La Unesco defiende el patrimonio islámico en España como «baza para luchar contra los extremismos»
La Vanguardia.- La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, considera que el patrimonio islámico en España es «una baza para luchar contra los extremismos, no solo en el apartado interior, sino en el mundo».
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, considera que el patrimonio islámico en España es «una baza para luchar contra los extremismos, no solo en el apartado interior, sino en el mundo».
«El patrimonio islámico en Europa, que se conserva en muchas ocasiones gracias a España, es fundamental para explicar la Historia del continente y la influencia que tuvo en campos como la ciencia, la medicina, la arquitectura…La identidad no puede ser simplificada de ninguna manera ni se puede olvidar el pasado», ha señalado.
La directora general de la Unesco también ha sido cuestionada respecto a los toros. «No sé si la Unesco tiene una posición concreta, pero es complejo porque son temas sensibles y que pueden saltar por los aires», ha aseverado.
En cualquier caso, ha insistido en resaltar la labor de España dentro de la Unesco por «apoyar el multilateralismo, no solo políticamente sino también en términos financieros». Y dentro de ese apoyo, ha recuperado la Alianza de Civilizaciones promovida durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.
«No solo sigue teniendo vida (este proyecto), sino que esperamos un nuevo empuje con su nuevo director –Miguel Ángel Moratinos–. Es verdad que en los últimos años ha estado menos fuerte y viva, pero es una herramienta útil para el debate político y es una alianza que hay que volver a lanzar», ha señalado.
TRÁFICO DE BIENES CULTURALES
En cuanto al tráfico ilícito de bienes culturales, Azoulay ha defendido que «ninguna organización ha hecho más» que la propia Unesco, en temas relativos a la reglamentación, la prevención, bases de datos o listas rojas.
«Es un trabajo difícil y a veces no todos los Estados miembros están comprometidos», ha lamentado, tras reiterar que es una labor que «tiene consecuencias». «Con el tráfico de bienes sabemos que hay intereses económicos, incluso para financiar el terrorismo y las guerras. La Unesco no es omnipotente», ha cuestionado.
Azoulay se ha referido también a dos casos internacionales, uno de los cuales le afecta directamente. Por un lado, el ‘Brexit’, que lo define a través de la «incertidumbre» y al que ve como una demostración de «la desunión y cómo algunos países se retiran de organizaciones internacionales para enfrentarse solos a desafíos comunes».
«Deberíamos preguntarnos qué mundo vamos a tener el día de mañana con países que salen de la cooperación. También hay que escuchar por qué quieren salir y las críticas que hagan, no hay que dejarles de lado y se debe tratar de ver cómo reformular nuestra acción», ha insistido.
LA DEUDA DE ESTADOS UNIDOS
Por otra parte, se ha referido a la salida de Estados Unidos de la Unesco, que cree que terminará regresando a la organización, si bien apunta como principal problema a «una deuda» de 600 millones de dólares del país estadounidense. «Desde hace años seguían presentes pero no pagaban contribuciones, y eso es una dificultad», ha admitido.
Azoulay ha apostado desde la Unesco por emprender luchas contra el racismo y la xenofobia que están creciendo en el mundo «con cifras preocupantes», al tiempo que ha incidido en la educación como la principal herramienta para acabar con las desigualdades –entre otros datos, ha explicado que más de 260 millones de niños en el mundo no están escolarizados–.