Las chicas dan una paso al frente en las bandas: toman el poder y se infiltran en grupos rivales
Voz Populi.- Las chicas dan un paso al frente en el organigrama de las bandas juveniles. Si tiempo atrás eran tratadas como objetos sexuales o simplemente como meras testigos de sus actos violentos ahora muchas de ellas son las que mandan y son escuchadas. Además también se han dado los casos de menores que son enviadas por sus ‘jefas’ a otros grupos como infiltradas y para sacarles información, según adelantan a Vozpópuli fuentes policiales.
La gran mayoría de las jóvenes que forman parte de las bandas son de nacionalidad española. Se juntan con estos chicos por la música, el tipo de vestir, las aficiones o por amor. Una vez dentro ya son una más a pesar de los orígenes machistas de estas organizaciones criminales.
Rito de iniciación
En un principio el papel de las chicas en las bandas era meramente residual como la «novia de» o sufrían agresiones sexuales por los diferentes miembros. Se han dado casos de chicas que denunciaron violaciones y tuvieron que irse de sus casas para no ser localizadas. Pocas eran las que podrían considerarse Latin King o Ñetas, cuando estos dos colectivos formaban parte del panorama violento de la actualidad. Incluso se llegó a generar una facción femenina llamada las Latin Queen que no acabó de implantarse al cien por cien en España.
Ahora la integración de las denominadas «hermanas» en los Trinitarios o los Dominican Don’t Play es con un rito igual que en el mundo masculino. También cuentan con la líder denominada ‘Suprema’, la ‘Emperatriz’ y la ‘Dama’. Para ser parte de ellos tienen que cometer un robo o una agresión.
Una pelea de ‘pandilleras’ en Usera
Ese podría ser el caso que se vivió en Madrid a mediados del mes de febrero de ese año. Varias chicas agredieron a una niña de 13 años a las puerta del Instituto Pedro Salinas de Usera. Publicaron el video grabado en redes sociales y la Policía Nacional tenía sus sospechas de que estaban vinculadas con las bandas juveniles.
Las agresora llamaba a la víctima y sus amigas ‘pencos’ la forma despectiva como se conoce a los miembros de las bandas de los DDP. El vídeo de los puñetazos era el ‘trofeo’ que buscaba para subirlo a redes sociales y demostrar su ‘superioridad’.
Espías en otras bandas
Uno de los fenómenos que es ahora cada vez más común en las bandas juveniles es que las propias ‘pandilleras’ ocupen puestos de decisión y militantes en las bandas. Esta ‘supremas’ deciden objetivos, caídas y demás hechos delictivos para el resto de miembros.
Otra de sus controvertidas opciones es enviar, bajo amenazas, a las amigas a que se infiltren en otras banda para conocerlas a fondos. Estas chicas dan información a su líder del lugar por donde se mueven sus rivales, el número de miembros del grupo y también de sus simpatías y sus objetivos delictivos. Es un gran peligro que corren debido a las represalias que pueden sufrir en el caso de ser pilladas.
Captadas en parque, fiestas o redes
La captación de estas chicas se produce de igual forma que sus colegas masculinos. Parques, fiestas o redes sociales son los pilares con los que buscan atraer a las nuevas miembros. Al igual que se percibió en la ‘Operación Sana’ desarrollada por la Policía Nacional, en la que un grupo abusaba sexualmente de menores, algunas de ellas tuteladas por la Comunidad de Madrid.
Las jóvenes eran captadas por los cantantes de ‘drill’ o en las salidas de los institutos y los colegios por parte de miembros más mayores que buscaban usar su superioridad para captarlas. Una vez que entran es más difícil salir de estas bandas violentas. Muchas de ellas tienen hasta que cambiar de provincia para buscar protección ante las amenazas que reciben cuando quieren salir de ellas.