Las empleadas domésticas denuncian el abandono del Gobierno: para ellas no hay ERTE ni cese de actividad
Diario.es Entre las medidas sociales y laborales no hay ninguna concreta para este colectivo, el único sin derecho a paro y que puede ser despedido por falta de confianza
«Nos sentimos abandonadas». Lo dice Jacqueline Amaya, empleada doméstica y presidenta de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Sevilla, después de conocer las medidas aprobadas este martes por el Gobierno. Entre las medidas sociales y laborales no hay ninguna concreta para este colectivo, el único sin derecho a paro y que puede ser despedido simplemente por falta de confianza, el llamado despido por desestimiento. El Ejecutivo se había comprometido precisamente a ratificar el convenio 189 de la OIT que da más derechos a las empleadas del hogar.
En España hay algo más de 600.000 empleadas domésticas, pero solo cerca de 400.000 están dadas de alta en la Seguridad Social. Sin derecho a paro, las que durante este periodo sean despedidas o vean sus contratos suspendidos, no cobrarán ningún tipo de prestación. Entre las medidas aprobadas este martes está facilitar el cobro de una prestación por cese de actividad para los autónomos durante un mes y también favorecer los ERTE: suspensiones temporales de los contratos durante las que trabajadoras y trabajadores cobrarán el paro. Ni una ni otra beneficiará a las trabajadoras domésticas.
«Es una gran decepción de un Gobierno que se dice progresista. Saben que este es un sector vulnerable que está prestando un trabajo muy importante», señala Carolina Elías, presidenta de la Asociación Servicio Doméstico Activo (Sedoac). Elías reclama algún recurso específico o del que se puedan beneficiar, aunque su régimen de la Seguridad Social no sea el general: «Nos están pidiendo a todas y todos que pongamos nuestro granito de arena, lo que no puede ser es que a un sector tan precarizado nos sigan pidiendo un sobre esfuerzo y sigamos sin consideración ni del Estado ni de la sociedad. ¿Cómo vamos a llegar a fin de mes? Esto es la pobreza para muchísimas mujeres».
Las asociaciones de empleadas domésticas denuncian estos días la precarización del sector: trabajo con mayores sin mascarillas, despidos o suspensión de contratos sin prestaciones o sin cobrar el salario completo, o internas que permanecen en las casas de sus empleadores sin poder salir y sin tomar sus horas de descanso.
«Varias compañeras están contando que sí hay casos positivos en los que los empleadores se están solidarizando, les dejan no trabajar y cobrar su sueldo, pero no son la mayoría de casos. Las que están sin papeles y son internas no pueden salir de casa y no toman ni sus horas de descanso. A la mayoría de compañeras no les dan mascarilla, guantes o geles. Muchas tampoco saben si les pagarán a final de mes o si lo cobrarán completo», subraya Amaya.
Las reducciones y adaptaciones de jornada para cuidar familiares sin poder ser despedido por ello, otra de las medidas que el Gobierno aprobó este martes para toda la población trabajadora, sí pueden aplicarse a las empleadas domésticas. La precariedad y la economía sumergida que abunda en el sector y la posibilidad de ser despedidas sin más razón que la falta de confianza, dicen ellas, no harán fácil que estas medidas solucionen sus problemas.