Las FARC asesinan a cuatro menores de edad que habían reclutado
El Mundo.- Mientras los militares colombianos escrutan palmo a palmo la selva del Caquetá para hallar a Lesly Mucutuy, de 13 años, y a sus tres hermanos pequeños que habrían sobrevivido al siniestro aéreo del 1 de mayo, las FARC-Ep asesinaban a cuatro menores de edad en una región vecina.
La ONIC (Organización Nacional de los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana) informó de que el pasado 17 de mayo, el Frente Carolina Ramírez de dicha guerrilla les acribilló les balazos. Los fallecidos pertenecían a la etnia murui y habían logrado fugarse tras ser reclutados a la fuerza. En cuanto notaron su ausencia, las Farc-Ep emprendieron una cacería para dar con ellos y asesinarles. Para desgracia de los adolescentes, les hallaron en la comunidad indígena de El Estrecho, resguardo Alto Predio Putumayo -región selvática limítrofe con Caquetá-.
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz, que ha revestido de organización política a las FARC-Ep, aunque sólo es una banda criminal dedicada al narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, repudió la matanza en un comunicado.
«Rechazamos enfáticamente esta política criminal (…) son mecanismos de exterminio de los pueblos originarios y, por tanto, son hechos inexcusables», reza la declaración. Pero en el párrafo final deja la puerta abierta a seguir dialogando con las FARC-Ep: «Este crimen va en contra de la humanidad en Putumayo. Es un llamado para que el Carolina Ramírez actúe en coherencia con las exigencias del DIH».
Gustavo Petro, por su parte, escribió en Twitter que «es un crimen atroz, una bofetada a la paz que violenta las bases del Derecho Internacional Humanitario. He convocado una reunión de seguridad extraordinaria para anunciar medidas frente a estos hechos».
Asesinar a niños que desertan de las guerrillas ha sido una práctica habitual en las antiguas y renovadas FARC. Algunos de los comandantes responsables de ejecutarla en el pasado, como Pablo Catatumbo o Carlos Antonio Lozada, ocupan escaños en el Senado por segunda vez, en virtud del acuerdo de paz firmado con el Gobierno de Juan Manuel Santos. Y no han sido ni juzgados ni condenados por dicho crimen de lesa humanidad.
Así mismo cabe recordar que la administración actual de Gustavo Petro pactó un cese de hostilidades con las renovadas FARC-Ep de alias Iván Mordisco y pidió a la Fiscalía General que retirara las órdenes de captura contra dicho sujeto y otros cabecillas con el fin de negociar con ellos un proceso de paz.
Este mes y para anunciar el inicio de las conversaciones, Iván Mordisco celebró un acto público en el departamento del Caquetá, con niños y adultos agitando banderas blancas. La mayoría de los asistentes acudieron obligados y debieron escuchar el discurso que pronunció el máximo jefe guerrillero como si fuese un líder político. La oposición del Centro Democrático criticó que el Gobierno permitiera esa suerte de apología de la criminalidad.
Este diario, que ha recogido denuncias de reclutamiento de niños y adolescentes en recorridos por áreas que dominan las FARC-Ep, también ha visto grandes carteles de dicha organización animando a los jóvenes a alistarse.
LOS NIÑOS SUPERVIVIENTES
En cuanto a los cuatro hermanos de la etnia huitoto que podrían seguir vivos tras el accidente de una avioneta en el que perdieron la vida su madre, el piloto y otro adulto, siguen sin aparecer. La intensa búsqueda por la selva que lideran las Fuerzas Especiales del Ejército, expertas en pasar meses en la jungla en su labor de perseguir guerrillas, no ha dado aún resultados.
Distintas fuentes aseguran que resulta casi imposible que cuatro niños pequeños, el menor de once meses, lleven semanas deambulando por una selva virgen, cruzada por innumerables riachuelos, algunos anchos y de fuertes corrientes, y se hayan alejado tanto que no os encuentren.
Los abuelos de los niños piensan que les guían duendes que existen en las profundidades de la manigua. Otras señalan que un grupo armado pudo escuchar el estruendo del accidente, acudir al lugar y llevarse a los hermanos.
En todo caso, lo inexplicable sería la razón para que quienes les tengan, si fuese así, no los hayan entregado.