La Vanguardia.- Las investigadoras concluyen que el seguimiento escolar de hijos e hijas en edad educativa lo hacen sobre todo las madres que también suelen facilitar el teletrabajo a sus parejas
Las profesoras del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València (UV) Cristina Benlloch y Empar Aguado y la politóloga-jurista Anna Aguado están llevando a cabo una investigación para conocer cómo afecta el confinamiento por el coronavirus al teletrabajo y a la conciliación en las unidades familiares, que revela que las mujeres con menores que teletrabajan soportan la mayor parte del estrés derivado de esta situación.
Según ha informado la institución académica en un comunicado, con entrevistas telefónicas y una encuesta en línea de participación voluntaria, las investigadoras concluyen, entre otros, que el seguimiento escolar de hijos e hijas en edad educativa lo hacen sobre todo las madres y que, en algunos casos, las mujeres están teniendo que facilitar el teletrabajo a sus parejas.
El estudio pretende demostrar las alteraciones que el confinamiento está produciendo en la vida cotidiana de la población y, en particular, analizan la administración de los tiempos en casa. “Es necesario un análisis sobre las dificultades que afrontan las mujeres que tienen que compaginar las cargas familiares con su jornada laboral a través del teletrabajo. Muchas están trabajando a la vez que están cuidando, y algunas sienten que están todo el día trabajando. A menudo, tener flexibilidad de horarios se convierte en una demostración continua y un ejercicio de responsabilidad con sus superiores”, ha detallado Empar Aguado Bloise.
La investigación que han iniciado las tres expertas está basada en entrevistas telefónicas en profundidad a mujeres que cumplen con estas características. Además, se están realizando encuestas en línea abiertas a quienes quieran participar. Con el estudio en marcha, los resultados muestran que el seguimiento escolar de los hijos e hijas en edad educativa se desarrolla mayoritariamente por las madres, hecho que se ha convertido en un “elemento de ansiedad y estrés añadido” al hecho de teletrabajar.
Según subraya Cristina Benlloch, “es habitual por parte de las madres teletrabajar durante la madrugada, bien sea retrasando el momento de ir a la cama o levantándose antes que el resto de miembros de la familia”. También remarca que, además de teletrabajar y mayormente encargarse del cuidado de los menores, las mujeres “en algunos casos deben de intentar facilitar que sus parejas trabajen o teletrabajen”, en el supuesto de que los horarios de trabajo de la pareja sean rígidos.
En algunas parejas, hay una “mayor disposición” por parte de los hombres a hacer tareas que no solían realizar antes, como poner lavadoras, cocinar, ir a la compra o compartir horas de juego con los niños, se explica entre los resultados provisionales.
El estudio, algunas de cuyas conclusiones se han publicado en un artículo en la plataforma de divulgación científica ‘The Conversation’, forma parte del proyecto ‘Conciliación familiar en tiempo de confinamiento por COVID-19 (family reconciliation in times of confinement)’.
“Lo que se pretende es comprender los efectos que pueda tener esta crisis sobre la conciliación entre las mujeres que se encuentran teletrabajando con menores a su cargo. Observar cómo desde las unidades familiares se está abordando la ‘re-conciliación’ en un momento en el cual el hogar condensa todos los espacios sociales de producción y reproducción”, ha añadido Roselló.