Las Mujeres Que Consiguieron Incluir La Igualdad De Género En La Declaración De Derechos Humanos
Cosmopolitan.- Además de ser la Primera Dama de EE. UU., Eleanor Roosevelt fue una inspiradora feminista, reconocida por su papel destacado en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) de las Naciones Unidas. Menos conocido es que trabajó duro con otras mujeres para lograr que incluyera, de forma superavanzada para la época, la igualdad de género: Evdokia Uralova (antigua URSS), Minerva Bernardino (República Dominicana), Begum Shaista Ikramullah (Pakistán), Bodil Begtrup (Dinamarca), Marie Helene Lefaucheux (Francia) y Hansa Jivraj Mehta y Lakshmi Menon (India). Este es un COSMO-homenaje a todas ellas.
Vayamos por partes. ¿Qué es la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y qué supuso para la humanidad? Nada menos que un documento que proclamó que todos los seres humanos tienen derechos, independientemente de su raza, religión, color , sexo, estatus social o idioma. Eso marcó un hito porque no hay que olvidar que el mundo venía de una Segunda Guerra Mundial que había sacado lo peor de las personas. La DUDH fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en su Resolución 217 A (III). El mundo entero respiró un poco más tranquilo y aquello marcó el ideal a seguir. Disponible en más de 500 idiomas, ostenta el récord Guinness de ser el documento más traducido del mundo.
La primera sesión de la Asamblea General de la ONU tuvo lugar el 10 de enero de 1946 en Londres. En ella, destacó Eleanor Roosevelt, nombrada delegada de los Estados Unidos por el presidente Harry Truman, que leyó su ‘carta abierta a las mujeres del mundo’, en la que animaba a las (pocas) delegadas de la organización a unirse y luchar por los derechos de todas las mujeres. Además, de reconocer su valor y valía durante la guerra, instaba a las mujeres a asumir responsabilidades, educar a sus hijos e hijas para “conocer los problemas mundiales y la necesidad de la cooperación internacional”, no dejarse engañar por movimientos antidemocráticos y “ayudarse mutuamente”.
La realidad es que, como confesó en su autobiografía, pese a su gran formación, el prestigio y la popularidad que tenía, a Eleanor Roosevelt sus compañeros varones la ninguneaban. Pero eso estaba a punto de cambiar. En 1947, el organismo internacional comienza a preparar una declaración de derechos humanos para concretar sus objetivos y marcar una guía a seguir , ahí, es cuando Roosevelt y el resto de delegadas, deciden utilizar su arma secreta: la sororidad.
Quizá lo que menos tuvo en su vida de Eleanor Roosevelt fue ilusión por ser Primera Dama. Quienes la conocieron decían que para ella fue un duro trabajo exponerse al público. Lo hizo porque creía en el poder transformador de la política y, al darse cuenta de su propio carisma, se convirtió en una herramienta para transformar a la sociedad en lo que más le importaba: los derechos de las mujeres, los de los trabajadores migrantes y la comunidad afroamericana. Por todo ello, ha sido una de las feministas referentes del siglo XX, así como una activista en contra del racismo. Además, como dijo el presidente Harry Truman, se convirtió en ‘la Primera Dama del mundo’.
Como primera presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en un momento de tensión extrema entre los países del Este y los Occidentales, ella usó su prestigio, su credibilidad y su liderazgo femenino para limar asperezas, promover el diálogo y llegar a acuerdos poniendo el foco en lo importante: el éxito de la redacción de la declaración.