Las novatadas, el plagio o el acoso sexual podrán ser castigados con hasta 3 años de expulsión de la universidad
Heraldo de Aragón.- Las universidades contarán a lo largo del próximo curso con una nueva legislación que regulará la convivencia dentro de los campus. Entre otras cuestiones, permitirá sancionar con hasta tres años de expulsión los casos de novatadas que menoscaben la dignidad de las personas, el plagio de un trabajo fin de grado, máster o tesis, el acoso o el incumplimiento de las normas de salud pública. «Es una norma muy trabajada, en la que han participado el Ministerio, los rectores y estudiantes. Moderniza la tipificación de las faltas, con posibilidad de procedimientos sustitutivos, y antepone la mediación como elemento de convivencia», detalla José Antonio Mayoral, rector de la Universidad de Zaragoza.
La anteproyecto de ley recibió este martes el visto bueno del Consejo de Ministros, el primer paso para un proceso que llegará a las Cortes a finales de verano y podría culminarse este mismo año. «Trabajamos ya con los aspectos más esenciales y en las ideas generales, puesto que la norma puede sufrir algún cambio en su tramitación», recalca Mayoral, quien destaca que en el campus público lo que más se producen son situaciones de discriminación y acoso, generalmente de carácter leve; mientras que el plagio se da «menos de lo que se piensa». En los últimos cinco años tampoco se ha llegado a producir ningún caso de suplantación de identidad, puesto que cualquier intento «se ha detectado antes de que ocurriera». La previsión de Mayoral es poner en marcha la comisión de convivencia el próximo curso. También se instaurará el protocolo de acoso, que «está muy avanzado».
Todos los campus implantarán la citada comisión de convivencia, que se encargará de tramitar el procedimiento de mediación como alternativa al régimen sancionador, además de canalizar las iniciativas para mejorar la convivencia y comunicar los hechos que pudieran constituir faltas. Para Mayoral, la defensora universitaria –puesto ocupado en la actualidad por Dolores Mariscal en la Universidad de Zaragoza– deberá tener un «papel esencial» en esta comisión, e incluso, considera que podría llegar a presidirla.
Por su parte, la Universidad San Jorge (USJ) tiene desde 2013 un reglamento de convivencia –con sus posteriores actualizaciones– que incluye, entre otras cuestiones, las novatadas. «El anteproyecto está muy alineado con nuestra normativa interna, especialmente en el carácter educativo y recuperador de las medidas con el fin de contribuir al crecimiento integral de la persona», señala Ismael Jorcano, secretario general de la USJ. El campus ya lo analiza para que, si entra en vigor, se hagan las «actualizaciones precisas».
Faltas muy graves
Entre las faltas «muy graves» que contempla el nuevo proyecto se encuentra el plagio «total o parcial» de una obra o cometer fraude académico en la elaboración de un trabajo de fin de grado, fin de máster o tesis doctoral.
Alterar o falsificar documentos académicos, la discriminación por razón de sexo u orientación sexual, incumplir las normas de salud pública o suplantar a un miembro de la comunidad universitaria también son consideras faltas muy graves, sancionadas con la expulsión de dos meses a tres años y la pérdida de la matrícula.
Igualmente son muy graves hacer novatadas o cualesquiera otras conductas o actuaciones de análoga naturaleza que supongan un grave menoscabo para la dignidad de las personas, e impedir el correcto desarrollo de los procesos electorales de la universidad.
En el caso de las novatadas, si no se producen dentro de las instalaciones universitarias sino, por ejemplo, en los colegios mayores, no sería aplicable la ley dado que se ciñe en exclusiva a los espacios de la universidad.
Entre las faltas graves se encuentra apoderarse indebidamente de exámenes o falsear sus resultados, impedir la celebración de actividades universitarias y acceder sin permiso a los sistemas informáticos de la universidad, entre otras.
Para estos casos se podrá expulsar al alumno durante un mes o la pérdida de la matrícula de la asignatura en la que se haya cometido el fraude.
El proyecto establece, por último, las faltas leves, que se solventan con una amonestación privada que puede ir acompañada de medidas sustitutivas de carácter educativo o recuperador.
Se consideran faltas leves el acceder a instalaciones universitarias a las que no se tenga autorizado el acceso, actuar para copiar el contenido de exámenes a través de medios que no se consideren graves o muy graves, o realizar actos que deterioren de forma no grave el patrimonio de la universidad.
Las faltas muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses. Las sanciones impuestas por faltas muy graves, por graves y por leves, prescribirán, respectivamente, a los tres años, a los dos años y al año