Las ONG y plataformas españolas y europeas le enviaron en febrero un memorándum denunciando los planes del Gobierno respecto a la asignatura

El Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa recoge la denuncia de 60 organizaciones por la eliminación de la Educación para la ciudadanía democrática y los Derechos Humanos del currículo escolar español.
El pasado 28 de febrero la plataforma formada por alrededor de 60 organizaciones españolas y europeas (entre las que se encuentra Movimiento contra la Intolerancia) envió  al comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, un texto memorándum en el que se denunciaba y exponía el proyecto del Gobierno de suprimir los contenidos de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.
Con este texto se ponía en conocimiento del Comisario el recorrido que había tenido la asignatura en España desde su implantación en el 2006, hasta su propuesta de eliminación. En él se incluía tanto la infundada campaña de desprestigio llevada a cabo contra la asignatura por los sectores más conservadores de la derecha y la jerarquía católica, así como las sentencias del Tribunal Supremo en las que se rechazaron todos y cada uno de los argumentos esgrimidos por los adversarios de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.

El texto, en definitiva, tenía como objetivo informar y denunciar ante el Consejo de Europa las intenciones del Gobierno de acabar, sin ninguna fundamentación, con el tipo de educación que las instituciones europeas y especialmente el Consejo de Europa, han promovido los últimos 10 años, ignorando y violando así todas la directivas y acuerdos adoptados en este sentido. 
Cuatro meses después del envío de la carta en la que se solicitaba el apoyo del Consejo de Europa y de sus diferentes comisiones a esta denuncia de las ONG y una vez aprobada la LOMCE en el Consejo de Ministros, el Comisario, de visita oficial en España, ha criticado que el Gobierno haya decidido eliminar la asignatura de Educación Para la Ciudadanía sin elaborar si quiera un informe objetivo que certifique su mal funcionamiento.
 
Muiznieks se reunió el pasado viernes con la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, a la que expresó su preocupación por la supresión esta asignatura y a la que preguntó directamente por qué se eliminaba. «Nos dijo que estaba muy politizada en las diferentes comunidades autónomas. Le pedí pruebas científicas de esto y no quedé muy satisfecho con su respuesta (…) Sinceramente, no he visto ningún análisis que indicase que estaba politizada», señaló en rueda de prensa el propio Muiznieks.
Según Muiznieks, la secretaria de Estado, Montserrat Gomendio le explicó el objetivo de impartir el contenido de Educación para la Ciudadanía de forma transversal en el resto de materias, aunque no pudo enseñarle los temarios porque al estar la ley en tramitación parlamentaria, los curriculos aún no han sido diseñados. Tal y como explicó el comisario, Gomendio le había indicado que “se va a repartir su contenido entre todas las asignaturas”, explicación que no ha convencido a Muiznieks que manifestó la necesidad de clarificar este aspecto ya que es «esencial que los niños y jóvenes tengan esta educación en derechos humanos y puedan ejercer su ciudadanía teniendo claros los valores de convivencia» y, eliminando la asignatura «existe el riesgo de que estos contenidos queden diluidos».
Tras esta visita, el Consejo de Europa tiene previsto elaborar un informe en el que se recojan las apreciaciones y conclusiones, que se difundirá a finales de septiembre y que incluirá las recomendaciones del Consejo a España. 
 
Una transversalidad poco creíble
 
A juicio de los componentes de la plataforma de organizaciones cívicas autoras del memorándum en defensa de la educación para la ciudadanía democrática y los Derechos Humanos, tiene razón el comisario de Derechos Humanos, Nils Muiznieks, al desconfiar de la posición mantenida por las autoridades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, toda vez que en la redacción del proyecto de LOMCE, tras eliminar la Educación para la ciudadanía democrática y los Derechos Humanos como materia curricular, menciona la transversalidad de una manera difusa y sin concreción alguna reduciendo su tratamiento en todas las asignaturas, sin excepción, al mismo nivel de la comprensión lectora, exposición oral y escrita, emprendimiento, etc., sin que en ningún momento se le vincule a la adquisición de la Competencia Social y Ciudadana.

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