Londres impone nuevas sanciones por violaciones de derechos humanos
INFOBAE.- El Reino Unido impondrá el lunes de forma autónoma sanciones a individuos responsables de graves violaciones de los derechos humanos, las primeras desde que el país dejó la Unión Europea a finales de enero, anunció el ministerio de Relaciones Exteriores.
Según un nuevo mecanismo de sanciones presentado el lunes, las autoridades británicas «tendrán nuevos poderes para evitar que los implicados en graves violaciones de los derechos humanos entren en el Reino Unido, muevan dinero a través de nuestros bancos y se beneficien de nuestra economía», dijo el jefe de la diplomacia, Dominic Raab, en un comunicado.
El ministerio no especificó quiénes serán los destinatarios de las primeras sanciones, que Raab debe anunciar en el Parlamento el lunes.
Según la BBC, estas conciernen a varias docenas de personas en Arabia Saudita, Rusia y Corea del Norte, cuyos activos en el Reino Unido serán congelados y a quienes se les prohibirá la entrada al país.
Según el Financial Times, la lista negra incluye a quienes Londres considera responsables de la muerte de Serguéi Magnitsky, un abogado ruso que murió en prisión en 2009, en circunstancias denunciadas por los occidentales, tras dejar al descubierto una importante red de corrupción.
También se hizo mención de varios saudíes sospechosos de participar en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.
«Será la primera vez que el Reino Unido sancione a personas o entidades por violaciones de los derechos humanos bajo un régimen exclusivamente británico», explicó el ministerio.
«Esto permitirá al Reino Unido trabajar de forma independiente con aliados como Estados Unidos, Canadá, Australia y la Unión Europea», agregó.
El régimen británico de sanciones se aplicará a «quienes faciliten, inciten, promuevan o apoyen esas violaciones, así como a quienes se beneficien financieramente de las violaciones de los derechos humanos», añadió el comunicado.
En particular, podrían dirigirse a «quienes cometen asesinatos ilegales de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, o actos motivados por la religión o las creencias».