Los adolescentes de Tenerife se ponen en la piel de los migrantes

El País.- Un grupo de estudiantes del IES Mencey Bencomo de Los Realejos, en Santa Cruz de Tenerife, está trabajando junto a Rosa Hernández, su profesora del Ámbito Lingüístico y Social, en los conflictos bélicos del siglo XXI. Cursan segundo del Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento (PMAR). Manejan información sobre el desigual reparto de la riqueza en el mundo y la sobreexplotación de los recursos naturales de los países pobres.

Es el mes de enero de 2021, un momento que coincide con la llegada de miles de inmigrantes a las costas canarias en cientos de pateras y cayucos. Conversaciones de vecinos, titulares de los medios de comunicación, mensajes en redes sociales… Se contabilizaron más de 23.000 migrantes y refugiados a lo largo del año 2020; de ellos, alrededor de 4.000 en Tenerife.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tomaba decisiones paliativas, que no lograban abordar la situación. En un primer momento, los migrantes fueron alojados en complejos hoteleros y posteriormente trasladados a macro campamentos, en el caso de Tenerife, a un campamento instalado en el antiguo cuartel Las Raíces. Los estudiantes eran testigos de la presencia de inmigrantes por parques, plazas, calles… El desconcierto aumentaba y se iba creando un peligroso círculo de bulos, desinformación y muestras de rechazo.

La comunidad educativa del IES Mencey Bencomo era consciente de la situación y consideraba necesario invitar a la reflexión. Rosa Hernández optó por abordarla en clase. En un primer momento, debatió con sus estudiantes la imagen que se estaban formando del fenómeno. “Estaban muy presentes los estereotipos, los prejuicios… Me decían: ‘Profe, pero si tienen un móvil, profe, a la fuerza que esos chicos no pasan hambre”.

La profesora se dio cuenta enseguida de la necesidad de considerar esos comentarios objeto de trabajo de clase. Había que revisar la información que recibían sus estudiantes, buscar otras fuentes, analizarla desde un diálogo mantenido y fundamentado, y forjar una visión más real, más ética, menos visceral y sesgada del problema. Había que avanzar aplicando una diferente perspectiva de análisis, mucho más crítica y en profundidad.

Para la profesora, estudiar este fenómeno que tanto les afectaba, encerraba un enorme potencial educativo. Decidió abordarlo, pero con un cambio de mirada. La UNESCO, en su informe Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educaciónafirma: “Los poderosos motivadores del aprendizaje son la autenticidad (comprender la relación de lo que se aprende con el mundo que habitamos) y la relevancia (comprender la relación de lo que aprendemos con nuestros valores). El aprendizaje basado en proyectos y problemas brinda muchas oportunidades para un aprendizaje auténtico y relevante, y aprovecha nuestro interés intrínseco por conocer y comprender”.

Estudiarían las causas y circunstancias asociadas a las migraciones y afrontarían, desde la reflexión y la acción, las manifestaciones de rechazo que se adueñaban de la opinión pública. “La migración ha sido una constante de todos los pueblos a lo largo de su historia. La historia de Canarias ha estado unida a ella a través de los miles de canarios que partieron desde aquí buscando una vida mejor”, afirmó Rosa Hernández en el programa Comunidad educativa de Radio ECCA.

Colaborarían con vecinos, voluntarios y agencias no gubernamentales en la atención de las necesidades para una vida digna de las personas migrantes.

Analizarían en profundidad el fenómeno, refutarían los bulos de las redes sociales; para ello, elaborarían infografías argumentativas. Hablarían con sus compañeros, “pasando clase por clase”. Tendrían que confeccionar lapbooks y carteles para colocarlos en los lugares de paso del centro. Se valdrían de la radio del instituto (La Voz del Verde) y de la emisora local Radio Realejos, para sensibilizar a las comunidades educativas y vecinales. Pondrían en marcha una campaña de recogida de alimentos y productos de higiene que paliasen las deficiencias de los macro campamentos; en este caso, el campamento Las Raíces.

Así surge y va tomando entidad un nuevo proyecto de Aprendizaje-Servicio que adopta el nombre de Enraizando. Todos somos migrantes.

El proyecto en acción

La situación era propicia para profundizar en aprendizajes ya iniciados y que, académicamente, entraban de lleno en el Ámbito Curricular Lingüístico y Social.

Se podría abordar con mayor sentido el estudio de las causas estructurales (geográficas, históricas, políticas, económicas, culturales…) que llevan a miles de personas a cruzar el océano, atravesar el desierto… Hacer uso de las destrezas comunicativas, orales y escritas de expresión y comprensión, y valerse de pautas y secuencias en la elaboración de buenos guiones radiofónicos, entrevistas y debates.

Igualmente, se trabajaría el significado de los recursos naturales en las decisiones geo estratégicas y el valor de las energías renovables. Se podría hacer un mejor uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación y utilizar conocimientos contrastados a la hora de destapar y contraargumentar bulos y noticias falsas. Asimismo, valerse del trabajo en colaboración, dentro y fuera del centro, así como participar en procesos de evaluación y mejora de la autonomía y autoestima.

La secuencia fue la siguiente:

Fase 1. Sensibilización (primera quincena de abril 2021). Con el documental Ojos de la guerra y el análisis de algunos cuestionarios ad hoc, inician un debate colectivo sobre el significado de las migraciones y la situación de los ocupantes del campamento Las Raíces. Acuerdan los aprendizajes a trabajar, definen su propósito y objetivos, y acuerdan el modo de abordarlos y evaluarlos.

Fase 2. Realización de tareas y actividades de aprendizaje (segunda quincena de abril 2021). En esta ocasión, dirigidas a profundizar en el conocimiento de las causas y a sensibilizar a la comunidad educativa sobre la situación de los inmigrantes.

Esta fase coincidió con el asesinato de los dos periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile, en Burkina Faso, después de que su convoy sufriera el ataque de un grupo armado. Estos hechos se incorporaron a sus reflexiones, valorando la importancia del trabajo de los corresponsales de prensa en zonas de conflicto para conocer la verdad.

Contactaron por videollamada con el periodista Nicolás Castellano, especializado en migraciones, cooperación y desarrollo. Le pidieron que se grabara un vídeo y se lo enviara para difundir y sensibilizar. Entraron en contacto, también, con el periodista José Naranjo, que reside en Senegal, conocedor de las rutas de migración africana en países como Senegal, Malí, Níger y Mauritania.

Gracias a la colaboración del Comité de Solidaridad del Instituto pudieron organizar un encuentro con Abdu Kane, uno de los protagonistas del documental Aquí estamos, para que expusiera en clase su periplo vital como persona migrante y su labor humanitaria en la asociación Aquí estamos migrando, que ha creado para ayudar a quienes llegan a las costas canarias.

Dentro del Plan Lector del centro decidieron leer el libro Me llamo Suleimán, del escritor Antonio Lozano. Cuenta la historia de un niño que, harto de la terrible situación de pobreza que vive en su país, Malí, decide emprender el viaje a Europa, con su amigo Musa, y cumplir sus sueños (trabajar y conseguir dinero para sus familias). Un viaje que empieza en el desierto y, tras su fracaso, continúa en el mar. Visionaron, también, la obra de teatro Me llamo Suleimán, dirigida por Mario Vega, con la compañía canaria Unahoramenos y guion adaptado de la novela homónima.

Fase 3. Difusión y sensibilización a la comunidad educativa (primera quincena de mayo). Confeccionaron cartelería para el instituto, difundieron imágenes en redes sociales del instituto (Facebook, TwitterInstagram…). Elaboraron post específicos en el blog del Departamento de Lengua Castellana y Literatura, Deslenguarte; también guiones para la radio escolar La voz del verde y Radio Realejos. Iniciaron y difundieron una campaña de recogida de alimentos y productos de higiene personal. Organizaron la entrega a la ONG Accem, que gestiona el campamento Las Raíces.

Fase 4. Difusión y celebración de los resultados (segunda quincena de mayo). Una vez concluida la campaña de recogida de alimentos, se colgaron fotos del proceso en las redes sociales y se elaboró otro programa radiofónico en La voz del verde. Se realizaron actividades de reflexión y de validación y reconocimiento de la labor realizada.

Llegados a este punto, nos detenemos para continuar con el relato en el siguiente artículo. Hay momentos de especial significado en este proyecto en los que merecerá la pena detenerse.

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