Los delitos a través de internet en Galicia se disparan un 35% en un año
ABC.- Se trata de un fenómeno global y Galicia no queda al margen. Los delitos relacionados con las nuevas tecnologías siguen disparándose y así lo confirma la Fiscalía en su balance anual. En 2022, el Ministerio Público abrió en Galicia un total de 2.839 investigaciones —procedimientos judiciales incoados—. El año anterior, habían sido 2.101, con lo que el aumento se ha situado en el 35,12%.
Es uno de los datos más destacados recogidos en la memoria anual que el fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, ha entregado este martes al presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, previa a su participación en la comisión de justicia —todavía si fecha— para exponer este balance ante los diputados de la Cámara. Los ciberdelitos son, precisamente, una de las modalidades que más preocupa al Ministerio Público.
El problema de los delitos informático es doble. Por una parte, se han constituido un medio para ejecutar los ‘delitos clásicos’; en casos de amenazas, injurias o calumnias cada vez es más habitual el uso de internet de una u otra manera. Pero, por otro lado, surgen nuevas formas delictivas. Entre ellas, las ciberestafas, que son, de largo, los ciberdelitos más habituales.
Según este balance de la Fiscalía, en 2022 el Ministerio Público abrió un total de 2.547 investigaciones por supuestas estafas cometidas a través de las nuevas tecnologías. También en este punto concreto, en el de las ciberestafas, se registró un aumento respecto al anterior: en 2021 se habían incoado 1.784 causas. Es decir, un aumento de un 17,10%. Pero lo que está claro es que las ciberestafas, de las que hay modalidades múltiples, siguen representando la inmensa mayoría de los delitos cometidos a través de las nuevas tecnologías.
Casi nueve de cada diez delitos informáticos son ciberestafas; en 2022, en concreto, representaron exactamente el 89,71% del total. Y la inmensa mayoría de ellas se incoaron en las provincias de La Coruña (1.387) y en la de Pontevedra (953), frente a las 133 de Orense y las 74 de Lugo. Sin embargo, como es sabido, las víctimas de las estafas a través de la red, por las características de estos delitos, pueden estar en cualquier parte del mundo.
Las ciberestafas siguen siendo, tal y como recalca la Fiscalía, «la estrella de los delitos informáticos». Pero dentro de estos también es destacable el elevado número de delitos contra la libertad; en concreto, de amenazas y coacciones a través de las nuevas tecnologías. Y aquí la memoria anual también recoge un sustancial aumento en el ejercicio de 2022 respecto al año anterior, al pasarse de 41 a 74 casos. Es decir, un 80,48% más.
Violencia machista
En una atención a los periodistas desde el Parlamento tras entregarle la memoria a su presidente, el fiscal superior de Galicia también quiso hacer hincapié en otra de las cuestiones que recoge el balance y supone «una prioridad» para el Ministerio Público: la «lacra social» de la violencia machista, que también sigue creciendo en la Comunidad. Concretamente, en 2022 se iniciaron un 12,6% más de procedimientos por parte de la Fiscalía en Galicia que el año anterior. También aumentó un 4% el número de sentencias respecto a 2021.
Durante el año pasado se incoaron un total de 7.631 causas por violencia machista por 6.777 en 2021. Con todo, Suanzes se felicitó de que en 2022, por primera vez en los últimos años, no hubo que lamentar la muerte de ninguna mujer por violencia de género en Galicia —el año pasado, en toda España hubo un total de 49 víctimas—.
Por otro lado, en lo que respecta a los delitos de odio cometidos en Galicia el año pasado, se registraron un total de 12, lo que significa un 20% menos que en 2021. Fue en ese año, 2021, cuando se produjo el salvaje asesinato de Samuel Luiz, un enfermero de 24 años de La Coruña. En ese caso, la Fiscalía, en su escrito de acusación previo al juicio —aún sin fecha— calificó el crimen como delito de asesinato, con el agravante de discriminación por orientación sexual para dos de los cinco investigados. Además de estos cinco, otros dos, que entonces eran menores, ya fueron condenados.