«Los jóvenes deben conocer el dolor que deja el terrorismo»
Las Provincias.- Valencia homenajea a las víctimas con una exposición que plasma seis décadas de barbarie en España bajo el prisma de la prensa escrita.
Valencia es ya sede de la memoria de las vidas rotas. De los años más duros de España. Del azote que el terrorismo de toda índole ha dejado en nuestro país, también en la Comunitat, a lo largo de seis décadas. Recuerdo y homenaje a las víctimas. Inyección de sabiduría y valores para la juventud. Todo eso encierra la exposición ‘El terror a portada’, 60 años del terrorismo en España a través de la prensa‘. Organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo y con la aportación de diarios del Grupo Vocento, cuyo presidente, Ignacio Ybarra, estuvo presente en la inauguración. Se puede contemplar hasta el próximo 18 de julio en la sede de San Carlos de la Universidad Católica de Valencia.
26 de enero de 1979. 10 horas. Un comando de los GRAPO, entra en una sucursal del Banco Central, en el centro de Valencia, para atracarla. El vigilante jurado Antonio Castelló Vital intenta impedir el robo y uno de los terroristas le dispara en el pecho. Llegó a La Fe ya sin vida.
Tenía 33 años. Trabajaba como guarda jurado para la empresa Essabe y, según recogía ABC al día siguiente al atentado, «estaba supliendo ocasionalmente el puesto de guarda titular». Con su recuerdo arrancó el discurso inaugural de Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, con motivo de la inauguración de la exposición en Valencia.
Antonio fue la primera víctima mortal del terror en la Comunitat. A las últimas nos las arrebataron el 4 de agosto de 2002, cuando ETA atentó contra el cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola. Un coche bomba con 50 kilos de explosivos y metralla sembraba el pánico. Murieron el civil Cecilio Gallego Alaminos, de 57 años, casado y con cuatro hijos. Y Silvia Martínez Santiago, una niña de sólo 6 años hija de un guardia civil. Otras 34 personas resultaron heridas.
Entre una y otra barbarie, resaltó Caballero, el balance en la Comunitat es de 13 personas asesinadas y 70 reconocidas oficialmente como heridas. «Y se unen las familias valencianas que perdieron a un ser querido en atentados fuera de la región». Y hay un crimen terrorista cuya autoría aún no está esclarecida, el del directivo Juan Antonio Pérez Herrero, el 28 de mayo de 1990. Y si nos fijamos en toda España, las cifras del terror estremecen: 1.453 vidas rotas y más de 5.000 heridos.
«A todas ellas, víctimas inocentes, rinde homenaje esta muestra», destacó Caballero. El presidente de la fundación apremió a que la historia del terrorismo «sea conocida por las nuevas generaciones, por quienes hoy en día no tienen memoria histórica, para concienciar a los más jóvenes de que la violencia nunca es el camino a seguir». Las generaciones venideras «deben conocer la gravedad de lo sucedido y el dolor que el terrorismo provoca a toda la sociedad y a las víctimas».
Contenidos educativos
La consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, intervino también en el acto inaugural. La historia, insistió, «debe mantenerse viva, con la memoria de las víctimas. Hay que recordar todo lo que ocurrió. No hacerlo nos aboca a un futuro sin bases éticas». Según Bravo, «todos los grupos terroristas han sido derrotados por el estado de derecho. Todos fracasaron porque los recursos de las democracias a la larga son imparables».
Para la consellera «estremece comprobar cómo la inmensa de las generaciones jóvenes desconocen la realidad del terrorismo». Y el riesgo del olvido, «que trae la impunidad, se acrecienta con el tiempo». Bravo anunció que la Generalitat va a implantar mejoras en el sistema educativo ante este compromiso.
El objetivo es incorporar unidades didácticas en materia de terrorismo en los currículos de siete asignaturas de ESO y Bachillerato. El proyecto ‘Testimonios en las aulas’ permitirá a alumnos de 4º de ESO y Bachillerato conocer de primera mano el relato de una víctima.
Compromiso con las víctimas
Buena parte de las portadas que exhibe la muestra son de LAS PROVINCIAS. El presidente del consejo de administración de Federico Domenech, Gonzalo Zarranz, destacó: «La prensa ha sido un grito contra el silencio del terrorismo». Ensalzó el papel del periodismo «ante los que han intentado hacer callar a la sociedad española». Zarranz selló un firme compromiso con las víctimas: «Desde LAS PROVINCIAS, desde el Grupo Vocento, desde los medios de comunicación os aseguramos que jamás negociaremos con el trato y la difusión que merecéis. Nuestras páginas siempre serán vuestras. Porque vuestra voz es nuestra voz».
La Universidad Católica de Valencia ha puesto su casa, la sede de San Carlos de la calle Quevedo, para que los valencianos conozcan la historia del terror.
El primero en intervenir en el acto inaugural fue el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Manuel Pagán, quien ha indicado que «un país es más fuerte si sabe cómo luchar unido contra el terrorismo y pone todos los resortes necesarios de reparación a las víctimas en su memoria y su dignidad«. También ha agradecido la labor informativa ante el azote del terror. »Sin los profesionales de la comunicación, la conciencia sobre la maldad de cada acto violento hubiera acabado impune en la opinión pública«. Es »la palabra que se abre paso entre los tiros y las bombas«.
Por su parte, el arzobispo valenciano Antonio Cañizares señaló que «nunca el asesinato terrorista puede ser considerado un medio político ni ser leído en clave política». Cañizares ha traído el recuerdo del asesinato «de un gran amigo mío», el fiscal andaluz Luis Portero, Él le dijo: «Don Antonio, usted y yo estamos en el punto de mira de ETA, cualquiera de los dos podemos caer en seguida«. Al final, fue Portero quien cayó víctima de la barbarie el 9 de octubre de 2000.