“Los prejuicios son una gran discapacidad”
La Vanguardia.- Jesús Vidal, Goya al mejor actor revelación por su actuación como uno de los discapacitados psíquicos que forman el entrañable equipo de baloncesto de Campeones , encandiló a todo el país con su emotivo y simpático discurso de agradecimiento en la gala del cine. Las redes ardieron, en el mejor sentido, y artistas, prensa y dirigentes políticos levantaron el sombrero ante las poderosas palabras de Vidal: “¡No sabéis lo que habéis hecho al dar este premio a una persona como yo! Se me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad”, dijo, para al final parafrasear a su personaje, Marín, y dedicar el Goya a sus progenitores: “Queridos padres, a mí sí me gustaría tener un hijo como yo porque tengo unos padres como vosotros”. La Vanguardia entrevistó al actor y también filólogo y máster en Periodismo.
Más de tres millones de espectadores han visto Campeones. ¿Qué es lo que más le gusta de la película?
Usted padece una ceguera no total pero grave. ¿Cómo se arregló a la hora de actuar? ¿Y al ver la película?
Puedo ver las películas en la fila 1. Mi ceguera es por miopía magna. Así que puedo ver las cosas muy, muy de cerca. Me refiero a una distancia de dos metros. Ahora yo te estoy viendo, pero si nos separamos un poquito, ya no sabría que eres tú. Y si nos separamos más, ya no sabría decirte si eres señor o señora.
Llama la atención cómo habla de discapacidades sin hacer distingos aunque la suya sea física y haya interpretado otra más bien psíquica. ¿Lo importante es integrar a todos?
Mira. Todos tenemos algo que nos hace distintos. Y normalmente, ¿a que no nos fijamos en lo que no podemos hacer? No es habitual que hablemos del delantero que no defiende nada. O del defensa o el portero que no meten goles. Pero con los discapacitados enseguida ponemos la etiqueta: personas con discapacidad. Es un poco injusto. Podríamos hablar más bien de condición diferente como hacemos con otro tipo de rasgos, como el color de pelo, la raza, la condición sexual… Sin embargo, en este caso nos fijamos en las limitaciones y en base a ellas etiquetamos.
Campeones pone el foco en otro tipo de discapacidad, que es la minusvalía emocional y falta de empatía que al principio muestra el protagonista “normal”, Javier Gutiérrez.
Sí, si, sí. Hay mucha que gente que padece miedos, prejuicios, ignorancia. Esas son tres discapacidades muy fuertes. Y sí que es verdad que Campeones, sin ser una película muy dogmática, gracias a lo divertida que es consigue transmitir mucho más que cualquier mensaje ideológico.
Tal vez debería visionarse en las escuelas. ¿Tiene utilidad social?
Debería ser una pieza clave de la educación en valores. Y me refiero a una asignatura no optativa sino obligatoria y transversal. En esa transversalidad, Campeones debería ser relevante.