20 Minutos.- La nadadora ha desfilado junto al ciclista Ricardo Ten en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Los Juegos Paralímpicos de Tokio han dado arranque oficial con la ceremonia de apertura y, como en el caso de los Olímpicos, el desfile se ha realizado de la manera más paritaria posible: en muchos países han sido dos abanderados los que han llevado la enseña nacional.
En España, además de este hecho novedoso, se ha conseguido acabar con una vieja reivindicación del movimiento paralímpico nacional. El ciclista
Ricardo Ten ha estado acompañado de la nadadora
Michelle Alonso, que se ha convertido en la primera abanderada con
discapacidad intelectual en portar la rojigualda al frente de la delegación española.
Michelle Alonso, canaria de nacimiento, tiene un 37% de discapacidad por un retraso madurativo diagnosticado. Empezó de muy pequeña con la natación como método de rehabilitación para sus problemas de espalda, y poco a poco fue avanzando en la competición hasta convertirse en uno de los referentes españoles y mundiales en su categoría, SB14.
A sus 27 años, y paralelamente a convertirse en una de las mejores nadadoras paralímpicas del mundo en los 100m braza (campeona paralímpica en Londres 2012 y Río 2016, campeona del mundo en Montreal 2013 y europea en Eindhoven 2014 y Funchal 2016), fue superando barreras de los que no querían compartir piscina junto a ella. Fue en el Club Ademi donde conoció a su entrenador, José Luis Guadalupe, que se ha convertido en su mayor defensor. Además de ayudarle a mejorar en la piscina, el técnico le ayuda a superar esos baches mentales que, por su condición, le impiden creer en sí misma.
Un ejemplo de ello fue el incidente en el Mundial de Glasgow 2015, cuando vio que unas nadadoras neerlandesas se reían y pensó que era por ella. «Como tienen ese retraso madurativo, hay niñas que se ríen de las otras como si fueran pequeñitas, y esa tontería les influye bastante. A partir de ahí decidimos que se pusiera cascos de música antes de empezar una prueba»,
relató Guadalupe en ‘ctxt.es’. Para motivarse, tiene claro cuál es su canción:
Roar, de Kate Perry.
Romper barreras, una costumbre para Alonso
Michelle Alonso es, además, una de las abanderadas de la inclusión en el deporte. En 2018 se convirtió en la primera nadadora discapacitada en competir en unos Campeonatos de España convencionales, compartiendo piscina con nadadoras como Mireia Belmonte.
También ha fundado su propio club, el CD Midayu Tenerife, que se ha convertido en un refugio perfecto para los nadadores con discapacidad. Entre otros, cuenta en sus filas con la mismísima Teresa Perales, 26 medallas paralímpicas a sus espaldas.
Y suma y sigue. Cuando complete estos Juegos de Tokio, si puede ser con su tercer oro paralímpico a sus espaldas, empezará a preparar la cita de París 2024.