«Mochilas», un relato poliédrico sobre el acoso escolar
Madrid, 27 abr (EFE).- Una mochila, este inofensivo pero útil y necesario complemento, es la metáfora utilizada por Lyona y Marc Torrent para abordar de una manera sutil y efectiva el abuso escolar y a sus protagonistas, esos pequeños que sufren y hacen sufrir y que en «Mochilas» son tratados todos como víctimas.
«Al inicio de crear esta historia estuvimos informándonos de las distintas tipologías de abuso y nos dimos cuenta de que en estos casos todo el mundo era víctima porque cuando tiene 5, 10 o 12 años reflejas lo que hay en casa y también en la escuela», cuenta a Efe Torrent sobre el germen de ese libro infantil (Planeta) creado durante la pandemia.
Una obra surgida con una idea, añade Lyona, la de dar «una herramienta» a los niños para que vean situaciones de acoso, por pequeñas e inocentes que parezcan, y ellos vean que «eso no está bien y que hay que hacer algo».
Aunque Lis no encuentra en su familia ese remanso donde descargar su mochila, porque su hogar bien podría ser el de muchos niños: una casa con padres superados por el trabajo y las responsabilidades.
«Este tema nos preocupaba mucho -dice Torrent-. Así como el tema del acoso es muy amplio y no podemos poner todos los ejemplos que queremos, pasa lo mismo con la tipología de familias, pero había una cosa en la que no queríamos entrar, en eso de que la familia más violenta es la que genera un acosador o que una familia violenta genera una persona que es carne de cañón para ser una víctima».
Así que han encontrado un ejemplo mucho más gráfico, esa situación que vive la mayoría de la gente, la de los «padres y madres que tienen que cuidar de todo» y no llegan a ver lo que les pasa a sus hijos.
LOS COMPAÑEROS, ESOS MEDIADORES INDISPENSABLES
En «Mochilas», las páginas avanzan y con ellas sus personajes. Hasta aquí todo normal, pero cuando aparece Gael se da cuenta de lo que Sofi, Cata y Rudy le están haciendo a Lis. Un momento en el que la mochila es tan grande que la pequeña queda atrapada en todas las pesadillas vitales que ha callado.
Y es ahí cuando Gael y otros niños empiezan a vaciar la mochila de Lis y ponen ante los ojos de esos pequeños maltratadores todo el mal que han provocado en su compañera, sin saberlo ni darse cuenta.
Pero lo que provoca Gael también es que esos tres niños muestren sus mochilas, porque ellos también las tienen llenas de frustraciones y miedos que han canalizado, eso sí, de otra manera muy diferente a la de Lis.
«Queríamos hablar de ellos, no solo culpabilizarlos, y ver qué llevan en sus mochilas para necesitar canalizarlo así», apunta Lyona sobre estos perfiles de niños acosadores tras los que hay un saco enorme de problemas.
Asimismo, lo que los dos autores han llevado a cabo es una suerte de estudio psicológico porque en estas páginas también se reconoce esa conducta en la que el maltratador no se considera como tal.
«Para hacer el libro, a través de Instagram pregunté a mis seguidores si habían sido acosadores o acosados, y solo recibí mensajes de gente que ha sido acosada. Acosar muchas veces es una conducta de cosas muy pequeñas, como poner un mote», explica Lyona.
Con un final repleto de amistad y amor, porque con los niños todo es así, o debería serlo, ambos ilustradores se han metido de lleno en un mundo de colores para reflejar los grises y negros de estas cabezas que sufren. Un universo de mochilas de vivos tonos en el que padres e hijos deberían sumergirse.
Eso sí, «no es un libro para leer por la noche», advierte Torrent al considerar que puede que algún pequeño lector se vea reconocido en esta historia y eso le haga pasar una mala noche.
Autores también de «Mister Garabato», ambos artistas admiten que ha sido un trabajo duro, pero trabajar juntos y compartir ha sido una experiencia que les ha demostrado que sí, que quieren seguir creando historias juntos.
