Ocho de cada diez refugiados no puede garantizar a sus hijos ni alimentación ni atención médica
ABC.- El 82% de las personas desplazadas o refugiadas no pueden satisfacernecesidades básicas como la atención sanitaria o la alimentación a sus hijos y una de cada cuatro ha perdido a un familiar durante el último año.
Así lo pone de manifiesto el último informe de World Vision, elaborado con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas que se celebra este lunes, 20 de junio.
Bajo el título ‘Niños con hambre y desprotegidos: Los refugiados olvidados‘, el trabajo parte de encuestas a personas refugiadas y desplazadas internas de países en guerra, como Siria, Sudán del Sur y Venezuela.
Según sus resultados, el 82% de las familias no pueden satisfacer las necesidades básicas que requieren los niños y niñas , como la alimentación, la atención sanitaria o el alquiler.
Más de un tercio de los encuestados (35%) informó de que sus hijos, que deberían estar creciendo, «habían perdido peso en los últimos 12 meses«.
Por otra parte, la mitad de los niños y niñas refugiados carece de un refugio seguro y el 44% no tiene acceso a otros servicios de protección, lo que supone un aumento del 13% respecto a 2021.
Educación
Muchos niños refugiados y desplazados internos se están perdiendo la educación, y destaca que el número de familias que informan que no tienen los recursos para enviar a sus hijos a la escuela se duplicó entre 2021 y 2022.
El informe también revela que la salud se ha deteriorado para muchas personas refugiadas y uno de cada cuatro encuestados informó de la muerte de un miembro de su familia en el último año. Casi la mitad de esas muertes fueron por la covid, ya que el acceso a las vacunas sigue siendo muy desigual.
Los países menos ricos del mundo sólo han recibido el 1,4% de las vacunas disponibles desde que comenzó la pandemia y a los niños ha llegado una mínima parte.
Finalización en retroceso
Según World Vision, las partidas específicas para la infancia refugiada apenas suponen el 4% del presupuesto total. Por eso, alertó de que «mientras las necesidades aumentan, la financiación se recorta».
En concreto, mostró su preocupación por el hecho de que «la gran visibilidad del conflicto en Ucrania desvíe la tan necesaria ayuda humanitaria de otros contextos en los que los desplazados forzosos luchan por sobrevivir«. Los donantes están reorientando los presupuestos de ayuda existentes hacia Ucrania, recortan fondos, cancelan subvenciones y aumentan el gasto militar, tal y como advirtió.
En marzo de 2022, Dinamarca anunció que reorientaba 2.000 millones de coronas (el equivalente a 279.780.140 dólares) de ayuda humanitaria destinada a algunas de las crisis más acuciantes, como Malí, Siria y Bangladesh, para los refugiados de Ucrania. El Reino Unido ha reorientado hasta ahora 220 millones de libras esterlinas (276 millones de dólares) de ayuda para satisfacer las necesidades humanitarias inmediatas en Ucrania.
Por todo ello, la ONG pidió a los líderes mundiales «dar la misma prioridad a las vidas de todas las víctimas de desplazamientos forzosos».