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Omar, el mena que responde a Abascal en Twitter: «No te lo vas a creer, pero tú y yo tenemos similitudes»

El Mundo.- Primero saluda: «Hola, Santiago Abascal«; después, se presenta: «Me llamo Omar, fui un mena»; y finalmente, dispara: «Sólo te diré cuatro cosas, seré breve». Omar Slama tiene 30 años y vive en Bilbao. Estudió Comercio internacional y Marketing, ha estado trabajando como camarero durante la temporada de verano y ahora está en paro. La suya podría ser la historia de cualquier joven vasco, solo que en su caso, su experiencia «vale para un libro».

A Omar la enésima mención del presidente de Vox a los menas en campaña lo impulsó directo al teclado de su móvil: «No te lo vas a creer, Santi pero tú y yo tenemos similitudes, a pesar de las enormes diferencias». Su hilo de Twitter en el que resumía esas cosas que lo unían a Abascal ha dado la vuelta a las redes y se ha convertido para muchos en la respuesta que nadie le dio en el debate a cinco.

«Ambos nos hemos criado en pueblos cercanos, tú en Álava y yo en Bizkaia«, arranca la enumeración de Omar, «vivimos juntos el conflicto Vasco y, aunque tú más que yo, muchas de sus repercusiones. Ambos hemos estudiado en ikastolas y recibimos la misma educación».

Omar es saharaui. Llegó a Bilbao a los 11 años con el programa Vacaciones en Paz, con el que cientos de niños del Sáhara pasan el verano en España con una familia de acogida. «Es diferente a lo que hoy conocemos como mena», explica al teléfono, «pero al final es un niño en una edad difícil que huye de una situación complicada y que está lejos de su familia».

De los niños que pasan julio y agosto con familias españolas, algunos se quedan, «principalmente si tienen algún problema médico». Fue el caso de Omar. En una revisión, comprobaron que tenía una hernia en la pared abdominal. La tenía de nacimiento pero crecía de forma preocupante, hacía falta tenerlo bajo observación. Nunca volvió al Sáhara. Su familia vasca de acogida fue su verdadera familia desde los 11 hasta los 25 años, «la edad más difícil».

«Con ellos crecí, pasé la edad del pavo, me eché mi primera novia… Yo he vivido una vida absolutamente normal y no me conocieron nunca como un mena, no era un bicho raro», dice. Sí recuerda un momento especialmente duro tras los atentados del 11 de marzo en Madrid: «Me paraban por la calle y me decían: ‘¡Eh, tú, marroquí!‘. Yo les respondía: ‘No soy marroquí, soy del Sáhara, aprended a diferenciarlo'».

«APARTE DE MENA, REFUGIADO Y APÁTRIDA»

«En 20 años que llevo aquí sólo recuerdo haber tenido alguna pelea de niños, en el patio de un colegio», interpela Omar a Abascal, «tú naciste con DNI español y yo lo conseguí hace escasos meses acreditando 10 años de residencia legal y antecedentes limpios limpios; vamos, destellan».

«No estoy en contra de las ideologías», explica a FCINCO, «no diré nunca a alguien que no vote a un partido, lo que quiero es que no empiece una carrera electoral con un tema que es una realidad súper triste». Para él, los menas deberían estar más protegidos por el estado y menos politizados: «En España el problema de la inmigración ha llegado primero a la política, y después a las personas».

«Y ya que veo que te quejas tanto», continúa su hilo en Twitter, «te diré que mi madre fue herida con metralla de napalm y fósforo blanco por la aviación marroquí, huyendo cuando el Sáhara, la provincia 53 de España, había sido vendida Marruecos de la noche a la mañana». «Estaba embarazada de siete meses», especifica, «por suerte, tanto ella como el feto lograron sobrevivir y llegar a territorio argelino». Tras aquella aventura nació la hermana mayor de Omar.

«Aparte de mena, fui refugiado y apátrida», concluye el joven vasco un hilo al que, por cierto, Abascal no ha contestado. «La política debe servir para traer cosas buenas, no para enfrentar a la sociedad», lamenta al teléfono. Para él, la criminalización de los menas tiene equivalentes que gustarían menos al líder de Vox: «Es como decir que todos los andaluces son vagos o que todos los vascos son terroristas».

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