Reyerta multitudinaria en Lavapiés tras un concierto neonazi en la sala Caracol: «Alerta antifascista»
ABC.- La pelea, entre radicales de signos opuestos, enfrentó a unas 45 personas y se saldó con seis detenidos
La celebración de un concierto neonazi el pasado sábado en la sala Caracol (Bernardino Obregón, 18) agitó el barrio de Lavapiés hasta el punto de producirse una reyerta multitudinaria entre parte de los asistentes y radicales de extrema izquierda saldada con seis detenidos. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital con pronóstico reservado. La pelea, desatada a las 23.20 horas –minutos después de finalizar el polémico evento–, enfrentó a cerca de 45 personas en la confluencia de la calle de Bernardino Obregón y la ronda de Valencia.
«Alerta antifa. Hay concierto nazi en la Caracol», fue uno de los mensajes enviados de forma masiva por WhatsApp para hacer frente a los más de 60 individuos de extrema derecha que se dieron cita en el enclave. Otro de los avisos aludía directamente a un bar de la zona, desde el que se hacía hincapié en la «necesidad» de juntar gente ante un posible enfrentamiento.
Pese a las disculpas ofrecidas por la administración de la sala, son varios los promotores y artistas que ya han anunciado la cancelación de conciertos y eventos. El mismo día del «aquelarre» neonazi, Guacamayo Tropical suspendía la fiesta de «balkan vs cumbia» que se iba a celebrar casi al unísono. «A las 19 horas nos hemos enterado que antes de nuestro evento tocan bandas neonazis que han generado alerta», rezaba el comunicado, en el que señalaban el riesgo de compartir espacio con decenas de ultras.
En la misma línea, la banda Valida comunicó ayer el traslado de su concierto a la sala Cool Stage. «Después de lo que pasó estamos buscando alternativas porque para nosotros no es una opción subirnos a ese escenario. Esperamos que lo entendáis», explicó uno de sus miembros. Una decisión que también tomaron los responsables de la fiesta Furia Queer, prevista para el próximo 20 de diciembre.
Acciones legales
La dirección de la sala Caracol, que emprenderá acciones legales contra los organizadores por «engañar» acerca de la naturaleza del evento, asegura que la Policía recomendó seguir adelante con el mismo, «ya que ellos mismos no se consideraban aptos para ofrecer la protección y seguridad para que pudiéramos cancelarlo».
En octubre del año pasado, medio centenar de ultraderechistas se reunieron en la sala Mitty Cats, en el barrio de Moncloa, utilizando un «modus operandi» casi clandestino –similar al de esta ocasión– para evitar ser detectados.