Sabrina Spellman, el icono feminista de una generación necesitada de superheroínas

La Vanguardia.- El nuevo personaje deja atrás los giros de humor para abordar diálogos cargados de activismo político y lucha por la libertad individual

Sabrina, the Teenage Witch, la famosa serie de los años 90, marcó a toda una generación con las divertidas aventuras de una bruja novata y adolescente. Por parte de Netflix, hacer un remake calcado a la original habría sido un grave error. Melissa Joan Hart pasaba a ser substituida por Kiernan Shipka -la joven actriz que diera vida a Sally Draper en Mad Men- y el humor que le caracterizaba ahora son diálogos con mucho activismo político y lucha por la libertad individual.

La nueva Sabrina Spellman, a sus 16 años, se ha convertido en un nuevo referente de una juventud necesitada de superheroínas y cansada de los clásicos estereotipos de damisela en apuros. Harta de lo políticamente correcto, su patrón de conducta se basa en cuestionárselo todo y rebelarse contra la opresión de su sistema. Allí es en términos de brujería, pero es perfectamente aplicable a la sociedad de hoy en día.

El acoso escolar y el machismo son algunos de los temas a los que se tiene que enfrentar, así como el puritanismo de las religiones y los prejuicios en torno al colectivo LGTB. ¿Por qué ahora? El papel de la bruja se ha utilizado a lo largo de la historia para perseguir a aquellas mujeres que se resistían al poder de la Iglesia y el Estado. Sujetos femeninos que se alejaban del modelo establecido y desafiaban la estructura del poder.

Tildadas de demonios, hubo un genocidio cometido durante más de dos siglos. Hasta entonces aquella palabra prohibida pasó a utilizarse en la Segunda Ola de Feminismo como un adjetivo para empoderar a las mujeres y, sobre todo, unirlas en la lucha por sus derechos.

Hoy el movimiento Me Too y la revolución Times Up han cambiado el escenario de juego y la industria del cine tenía que ser consecuente con ello. De aquí que naciera esta nueva Sabrina y que fuera precisamente ahora. Kiernan Shipka, la actriz que encarna al personaje, se sintió identificada con ella desde un primer momento.

Sabrina, the Teenage Witch, la famosa serie de los años 90, marcó a toda una generación con las divertidas aventuras de una bruja novata y adolescente. Por parte de Netflix, hacer un remake calcado a la original habría sido un grave error. Melissa Joan Hart pasaba a ser substituida por Kiernan Shipka -la joven actriz que diera vida a Sally Draper en Mad Men- y el humor que le caracterizaba ahora son diálogos con mucho activismo político y lucha por la libertad individual.

La nueva Sabrina Spellman, a sus 16 años, se ha convertido en un nuevo referente de una juventud necesitada de superheroínas y cansada de los clásicos estereotipos de damisela en apuros. Harta de lo políticamente correcto, su patrón de conducta se basa en cuestionárselo todo y rebelarse contra la opresión de su sistema. Allí es en términos de brujería, pero es perfectamente aplicable a la sociedad de hoy en día.

 

 

Kiernan Shipka, una chica 'Mad men'.

Kiernan Shipka, una chica ‘Mad men’. (Diyah Pera/Netflix / Diyah Pera/Netflix)

El acoso escolar y el machismo son algunos de los temas a los que se tiene que enfrentar, así como el puritanismo de las religiones y los prejuicios en torno al colectivo LGTB. ¿Por qué ahora? El papel de la bruja se ha utilizado a lo largo de la historia para perseguir a aquellas mujeres que se resistían al poder de la Iglesia y el Estado. Sujetos femeninos que se alejaban del modelo establecido y desafiaban la estructura del poder.

Tildadas de demonios, hubo un genocidio cometido durante más de dos siglos. Hasta entonces aquella palabra prohibida pasó a utilizarse en la Segunda Ola de Feminismo como un adjetivo para empoderar a las mujeres y, sobre todo, unirlas en la lucha por sus derechos.

‘Sabrina’ es también el resultado orgánico de tener mujeres escribiendo guiones y trabajando en el set”

Hoy el movimiento Me Too y la revolución Times Up han cambiado el escenario de juego y la industria del cine tenía que ser consecuente con ello. De aquí que naciera esta nueva Sabrina y que fuera precisamente ahora. Kiernan Shipka, la actriz que encarna al personaje, se sintió identificada con ella desde un primer momento.

 

 

Suelen interesarme los proyectos con personajes femeninos sólidos, no unidimensionales. Creo que esta serie tenía ese ángulo feminista desde el principio, pero introducido de forma natural. También es el resultado orgánico de tener mujeres escribiendo guiones y trabajando en el set”, dijo en una entrevista para El Periódico durante el Festival de Sitges.

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