Siete condenados a prisión por delitos de odio tras difundir mensajes racistas e incitar a la violencia contra menores extranjeros
Cadena Ser.- Se acabó la impunidad para siete melillenses (cuatro hombres y tres mujeres ) que se dedicaban a escribir mensajes violentos y racistas contra los estigmatizados menores extranjeros a través de las redes sociales. Y, según los denunciantes, se trata de un aviso a navegantes para todos los que siguen haciéndolo. La Audiencia Provincial de Málaga los ha condenado por un delito de odio a la mayor pena de cárcel que se haya impuesto en España hasta ahora por este motivo «por proyectar comentarios totalmente inductores al odio, desprecio y discriminación contra un colectivo social existente en la Ciudad de Melilla, los menores de edad no acompañados (MENAS)», según la sentencia que adelanta la Cadena SER.
A cinco de ellos el juez les impone una condena «de dos años, 6 meses y un día de prisión ,inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 9 meses y un día a razón de 6 euros al día e inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, educativo y de tiempo libre por tiempo de 5 años, 6 meses y un día» . Mientras que a los otros dos condenados la pena se limita a a un año, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 6 meses a razón de 6 euros al día y también les inhabilita para cualquier oficio o profesión educativa por tiempo de 4 años.
El caso surge de una denuncia de la Asociación PRODEIN de Melill , en defensa de la infancia migrante , que preside José Palazón, que al tener conocimiento de la difusión de esos mensajes de odio a través de FACEBOOK en 2017 puso el caso en conocimiento de la Fiscalía. En primera instancia, el procedimiento, en el que se personó el Servicio Jesuita a Migrantes como acusación popular, fue archivado, pero el Fiscal y las ONG recurrieron y ha dado lugar ahora a esta sentencia que corrige al juzgado de lo penal numero 1 de Melilla que inicialmente había absuelto a los acusados por difundir mensajes de odio e incitar a la violencia en 2017 contra los menores que malvivían en las calles de Melilla.
Según esta sentencia pionera, de la sección número 7 de la Audiencia Provincial de Málaga, con competencias sobre Melilla , que avanza la SER, el juez obliga además a borrar todos los mensajes que difundían en sus soflamas racistas especialmente en grupo de Facebook con mas de 14 mil seguidores donde escribían comentarios como estos para referirse a los chavales «ratas, lo suyo es pillarles in fraganti y darles una buena paliza a hostias limpias, a limpiar la ciudad de esta bazofia, o salimos a dar palos nosotros o no vamos a arreglar nada, que se vayan a su puto país, si voy en un coche atropello al que sea, tenemos que hacer limpieza de las calles…»
La sentencia de una argumentación jurídica rotunda, de 48 páginas, describe que la denuncia en el 2017 surge a raíz de la proliferación de mensajes racistas e incitando a la violencia contra niños que vivían en la calle en la que los condenados «todos ellos integrantes de uno o más grupos creados en la red social Facebook, utilizaron estos», según expone la denuncia, «para proyectar comentarios totalmente inductores al odio, desprecio y discriminación contra un colectivo social existente en la Ciudad de Melilla, los menores de edad no acompañados (MENAS), los cuales integran un grupo definido por razón de su origen (Magreb o África subsahariana) y situación familiar, al entrar solos y de forma irregular en territorio español, protegidos en España por las instituciones proponiendo, contra ellos, la realización de actos agresivos y violentos, al asimilarles con la delincuencia en dicho territorio, afectando, de este modo, a la dignidad y libre desarrollo de la personalidad de los mismos, y llegando, dichas expresiones, a una multitud de personas quienes igualmente formaban parte del grupo, dado la publicidad que ostenta la red social mediante la que se difundieron” sobre todo a través del grupo denominado Opinión popular de Melilla (con más de 14.000 miembros en ese momento en la citada red social).
Mensajes racistas y violentos
El juez recoge en su sentencia algunos de los comentarios que difundieron los 7 condenados para lanzar mensajes de odio e incitar a la violencia contra este colectivo de niños y adolescentes:
“Eso se solucionaba dando un día de ciudad sin ley. Cómo ya la es a diario para esta bazofia. Yo le daba un día de vacaciones a la justicia y dejaba al pueblo actuar libremente y sin consecuencias. Y en 24 horas se quedaba Melilla limpita como la patena”
“Están por todos los rincones, como RATAS, si he dicho RATAS. Nos roban, pegan, destrozan lo que pillan, malgastamos el dinero en ellos y su bienestar ¿para qué? Uff que dios nos coja confesados!”
“Pobrecitos ni qué mierda estoy hasta el coño señor no hay derecho a esto o salimos a dar palos nosotros o no vamos a arreglar nada, hace falta calentarlos un poquito a ver si se le quitan las ganas de tocar lo que no es suyo . Que se vayan a su puto país a pasar hambre. Manada de cabrones”
“Tenemos que organizarnos y hacer patrullas por barrios. Ya lo hicimos una vez y limpiar las calles de esta gentuza. Solo entienden la ley del estacazo”.
“Con todos estos hijos de puta haciendo lo que le sale de los cojones y todos asustados y jodidos pensando que hoy te puede tocar a ti, o al otro! Al final nos uniremos todos y nos tomaremos la
justicia por nuestra mano; Si voy en coche atropello al que sea, y como alguno se me acerque estando por la calle, llevo un palo o lo que sea y se caga”
“Lo único que merecen es meterlo en un pozo y que no salgan por golfos y ladrones.”
“Tenemos que hacer limpieza en las calles con nuestros propios medios”
“Quien a hierro mata a hierro muere. Dejaros de manifestaciones y de tonterías…. Hay que actuar”
“Lo suyo es pillarlos infraganti y darles una buena paliza a hostias limpias y luego se llama a la policía para que se los lleven”.
Decisión judicial
Mensajes que obligaron al juez a tomar declaración a más de 40 personas en calidad de investigados pero que finalmente ha considerado probado el delito en el caso de los 7 condenados , a los que ahora obliga a eliminar esos mensajes de la red social. Para las ONG y la Fiscalía de Melilla así como para los magistrados de la Audiencia de Málaga queda totalmente desacreditado el argumento de las defensas, aludiendo que se trataron de «comentarios sobre la delincuencia en general, que no se referían a grupo en concreto y que se amparaban en la libertad de expresión», algo que los jueces echan por tierra de manera contundente.
«Es una condena ejemplar y pionera, es un aviso, quien se atreva a atentar y criminalizar a estos niños en desamparo que sepan que las consecuencias pueden ser estas».
«Hacían proclamas violentas y a crear bandas ciudadanas para limpiar las calles de Melilla de MENAS, era terrible. Pero esa llamada, en la práctica se hizo realidad, porque tuve a muchos de esos niños contándome que les llegaron a pegar palizas varios grupos de gente que salían a pegarles, de hecho, uno de los niños vino a casa con un brazo roto y la mano aplastada porque le habían pegado con una barra de hiero, eran frecuentes las quejas de los niños», rememora José Palazón, que fue quien inició el caso al poner en cocimiento de la fiscalía todos estos hechos.
Palazón está especialmente contento por la sentencia «porque es pionera y ejemplar , porque queda claro que es un delito de odio lanzar estos mensajes sobre el colectivo de menores, se da un paso más porque muchas veces, hasta ahora, las denuncias se quedaban en un simple delito de amenazas. Es ejemplar por eso, quien se atreva a atentar, criminalizar, herir o hablar de limpiar las calles de niños que están en desamparo que sepan que las consecuencias van a ser estas. No es que nos alegremos a que fulanito o menganito vayan a prisión, porque no sabemos ni quiénes son. Lo importante es que esta sentencia defiende al colectivo de menores», afirma el presidente de PRODEIN en declaraciones a la SER.
El único precedente de una sentencia que condena también por delitos de odio contra este colectivo de menores se dio el año pasado , en noviembre, cuando un Guardia Civil fue condenado por difundir en otra red social noticias falsas sobre estos menores. Una pena de 15 meses de prisión que además le costó la expulsión del Instituto Armado en mayo de este año. En este caso de Melilla la pena es la mayor impuesta hasta ahora por este tipo de acciones.
«Es un fallo judicial transcendente porque el tribunal considera que este colectivo de niños constituye un grupo objeto de protección frente a los delitos de odio».
Fallo judicial transcendente
Maria Vieira, especialista en materia de derechos humanos es una de las abogadas que formaron parte del equipo jurídico que interpuso esta denuncia en nombre del Servicio Jesuita a Migrantes contra estas “la Audiencia de Málaga ha sentenciado que los comentarios expresados por las personas condenadas, en la red social Facebook, fueron humillantes, agresivos e hirientes hacia el colectivo de menores y que además iniciaron a la violencia contra ellos y por ello les ha impuesto la condena por delito de odio“ valora en la SER esta jurista especializada en la frontera sur y que muestra su alegría por el pronunciamiento del tribunal después de todos estos años intentando que se hiciera justicia.
La abogada que durante 5 años ha estado en el proceso insiste en que «es un fallo judicial transcendente porque el tribunal considera que este colectivo de niños constituye un grupo objeto de protección frente a los delitos de odio. Por eso aplaudimos la decisión de la Audiencia de Málaga, que en definitiva viene a tutelar un bien jurídico protegido, que en el caso de los delitos de odio, es la dignidad de la persona, que posee todo ser humano», afirma .
Según la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado el año pasado llegaron a la frontera sur española, por vía marítima, un total de 2.375 menores no acompañados, un descenso considerable con respecto a los 3.048 del año 2021. Muchos de los comentarios en redes sociales como los condenados en esta sentencia reflejan mensajes falsos o exagerados que suelen hablar de una cantidad y de unos comportamientos que hacen creer a parte de la población «que nos están invadiendo o que son demasiados y muy malos, pero la realidad es totalmente la contraria. Por eso es muy importante este fallo judicial, porque tiene que ayudar a cortar el contagio racista y mentiroso sobre este colectivo de niños en situación vulnerable», concluye una veterana jurista, especializada en la defensa de los derechos de la infancia.