Stranger Things vuelve con polémica por la sexualización de la protagonista adolescente
Fuente: El Público
Fecha: 27/10/2017
Millie Bobby Brown ha sido convertida en un icono de la moda y la sexualidad y acapara portadas de revistas de todo el mundo. Las expertas advierten sobre los efectos que esta hipersexualización tiene sobre las niñas y la sociedad en su conjunto.
Son cuatro los protagonistas adolescentes, pero sólo uno brilla como una estrella y ocupa dobles páginas de revistas de papel cuché y portadas en los magazines más renombrados de todo el mundo. Su imagen, excesivamente maquillada, vestida como una modelo de altos vuelos y en posturas sensuales, hace casi imposible reconocer en ella a una niña de 13 años. Se llama Millie Bobby Brown y es una de las protagonistas de la serie de Netflix Stranger Things, cuya segunda temporada se estrena este viernes. Ella es, además, la única chica del grupo.
Este dato, no es banal. De hecho es clave y muy preocupante, según han manifestado las expertas consultadas por Público. A su corta edad, Brown ha sido convertida en un icono de la moda y de la feminidad. Tanto, que recientemente la revista norteamericana W la ha incluido en una lista de los actores y actrices más sexys, donde se codea con nombres como Charlize Theron, Nicole Kidman o James Franco. En la foto de W, sacada exclusivamente para la revista por el fotógrafo Alesdair McLellan que trabaja para grandes magazines de moda, se explica que Brown lleva un vestido y una leggings de Balenciaga, zapatos de Chanel y un anillo de Jennifer Meyer. El reportaje hace referencias a los «hotest television actors» (los actores más «calientes )
Este dato, no es banal. De hecho es clave y muy preocupante, según han manifestado las expertas consultadas por Público. A su corta edad, Brown ha sido convertida en un icono de la moda y de la feminidad. Tanto, que recientemente la revista norteamericana W la ha incluido en una lista de los actores y actrices más sexys, donde se codea con nombres como Charlize Theron, Nicole Kidman o James Franco. En la foto de W, sacada exclusivamente para la revista por el fotógrafo Alesdair McLellan que trabaja para grandes magazines de moda, se explica que Brown lleva un vestido y una leggings de Balenciaga, zapatos de Chanel y un anillo de Jennifer Meyer. El reportaje hace referencias a los «hotest television actors» (los actores más «calientes»).
Entonces sí las redes sociales se escandalizaron. Incluir a una niña de 13 años entre los artistas más sexys, empezó a parecer mucho. Demasiado. Pero la imagen de Brown ya había estado dando la vuelta al mundo en imágenes nada propias para una niña de su edad.
Si bien la serie ha encumbrado a la fama al resto de sus compañeros de reparto, adolescentes como ella, ninguno ha acaparado tanta atención y las imágenes y entrevistas no los retratan como símbolos sexuales. La hipersexualización es un fenómeno que afecta principalmente a las niñas y, según las expertas, cada vez en un número mayor y con más consecuencias para la salud física y mental de las propias protagonistas, así como para la sociedad en en su conjunto.
Según un informe elaborado por la Unión Europea, la constante exposición a estas imágenes sexualizadas e irreales se traduce en una atención permanente sobre el propio cuerpo y en una comparación con el modelo presentado en los medios lo que puede derivar en depresiones, baja autoestima y trastornos alimentarios. «Los estudios demuestran claramente la incidencia negativa de la sexualización en la infancia y la juventud, y especialmente en las niñas.
El informe advierte de que esta presentación de las niñas como objetos sexuales se está convirtiendo en la norma y puede contribuir al aumento de los casos de abuso sexual y propicia las conductas sexuales agresivas y la violencia.
«Ver esto en niñas nos repele porque es la gota que colma el vaso, pero nos debería escandalizar lo que ocurre en el mundo de los adultos, porque esto viene de ahí. Lo que se transmite es una falta de expectativas, la idea de que el éxito depende de la imagen, de los sexy que seas», explica Amàlia Gordóvil, profesora de Psicología y Ciencias de la Educación Universidad Oberta de Catalunya e integrante del centro psicológico GRAT.
Para Pascual, este control de la sexualidad y del cuerpo de las mujeres «está haciendo el juego al capitalismo y al machismo y es una forma de perpetuar el patriarcado. Cuanto más atontadas nos tengan a las mujeres, preocupadas por nuestro cuerpo o nuestra dieta, más seguimos en un mundo gobernado por hombres».
Más bulimias y anorexias
Es curioso que, entre los compromisos que algunas revistas resaltan de esta joven actriz, es la de la lucha contra la bulimia. Según relata en una reciente entrevista a la revista SModa, Brown acaba de abrir una cuenta de twitter (@milliestophate) para ayudar a las niñas a luchar contra este desorden alimentario. Justamente lo que las expertas aseguran que su imagen estereotipada fomenta.
«El incremento de los desordenes alimentarios en niñas cada vez más pequeñas es una de las consecuencias de estos modelos transmitidos por los medios y la publicidad», afirma Pascual. «Estamos viendo comportamientos de este tipo en niñas muy pequeñas, incluso de cuatro años, que creen que están gordas o que no juegan con niñas que lo están porque las rechazan».
Para Gordovil, el trabajo que hacen las psicólogas es como nadar contra corriente. «Estamos en un círculo vicioso muy preocupante y las expertas estamos muy limitadas en nuestro alcance porque trabajamos a muy pequeña escala y los medios de comunicación hacen de agente socializador que calan mucho, rápido y a mucha gente».