Un informe evidencia que la mayor penalización por maternidad se registra entre los 25 y los 34 años de edad

Junta de Andalucía. El trabajo, que ha sido presentado en el marco de un taller del Centro de Estudios Andaluces, destaca que las mujeres entre 16 y 34 años con hijos tienen más posibilidades de perder el empleo

Tener descendientes condiciona de forma significativa la senda salarial esperada para los todos los trabajadores y en especial para las mujeres. Para ellas, el impacto es negativo hasta los 42-43 años, coincidiendo con la edad fértil. A partir de entonces, las mujeres con descendientes continúan una senda de crecimiento mayor que aquellas que no lo tienen.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio “¿Existe penalización por maternidad? Mujeres y mercado laboral en España desde una perspectiva de familia”, que ha sido elaborado por investigadores de la Unidad de Investigación de Acción Familiar junto al Grupo de Investigación en Políticas de Familia de la Universidad Complutense y profesores de la Universidad de Sevilla y presentado hoy en el marco de un taller de investigación organizado por el Centro de Estudios Andaluces (Centra).

El estudio ha sido elaborado por María Teresa López López y Viviana González Hincapié, de la ONG Acción Familiar y Universidad Complutense de Madrid; Manuela Prieto Rodríguez, de la Universidad de Sevilla y Antonio Jesús Sánchez Fuentes, del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (UCM) y GEN-Uvigo.

El análisis empírico realizado ha permitido comprobar que en algunos casos “las mujeres se enfrentan a desigualdades que, con demasiada frecuencia, pueden convertirse en el origen de la discriminación, por el hecho de ser mujer y también por el hecho de ser madre”.

Según este trabajo, la mayor penalización por maternidad se registra entre los 25 y los 34 años de edad mientras que las mujeres con edades entre 16 y 34 años que tienen hijos ven aumentar de forma notable sus posibilidades de entrar en desempleo. Además, los investigadores destacan que el salario de las mujeres con hijos crece, pero lo hace en menor cuantía que el de las mujeres sin hijos.

Entre los principales resultados que arroja este informe se encuentra que en  términos de salario bruto, para una mujer de 30 años en España tener descendientes tiene un impacto negativo de 5.000 euros aproximadamente, mientras que para los hombres gira en torno a 1.500 euros. En el caso de Andalucía, esta cifra desciende hasta 3.500 euros mientras que para los hombres se sitúa en torno a cero.

En lo que respecta al impacto acumulado, la evolución del salario neto indica que la actuación del Sector Público mitiga el impacto salarial negativo de las mujeres con descendientes a la vez que se reduce el impacto positivo para los hombres, tanto en España como en Andalucía. Entre los factores relevantes a tener en cuenta se encuentran, precisamente la actuación del Sector Público, la coyuntura económica el nivel de renta, dado que existe mayor penalización en el grupo de mujeres con un nivel de ingresos intermedio, tanto a nivel nacional como andaluz.

Para los responsables de este trabajo de investigación, el informe ha puesto de manifiesto de manera concluyente que la penalización tiene un efecto en  cuestiones como que la presencia de hijos menores tiene mayor efecto negativo sobre los ingresos; que a medida que aumenta el número de hijos incrementa también la penalización en los ingresos así como que las bajas por maternidad y excedencias tienen un efecto negativo sobre la continuidad en el empleo.

De igual forma, otras variables que inciden en la penalización aunque no de forma concluyente son la edad a la que se tiene el primer hijo; la penalización salarial leve en la flexibilidad horaria y la flexibilidad en el lugar de trabajo; la penalización existente en el sector privado e inexistente en el sector público; la mayor penalización en sectores feminizados o el empleo por cuenta propia asociado a una mayor penalización salarial.

Por último, el estudio “¿Existe penalización por maternidad? Mujeres y mercado laboral en España desde una perspectiva de familia” destaca que no existe evidencia concluyente en que exista penalización por maternidad en factores como el estado civil o el tipo de hogar, el nivel educativo de la madre, cambio a nuevos puestos de trabajo peor remunerados antes o después de la llegada de los hijos, la reducción horaria o el trabajo a tiempo parcial así como la discriminación en el proceso de selección o contratación por parte del empleador.

Los investigadores destacan que las sociedades actuales deben profundizar en un mayor conocimiento de esta realidad y reconocer la necesidad de proteger ciertas diferencias o más bien desigualdades, que tienen su origen en la maternidad”. En este sentido,  subrayan que “las limitaciones y dificultades señaladas en los datos recogido en las estadísticas oficiales exige una mejora importante de los datos existentes” para lo que proponen “introducir en ellas nuevas preguntas que permita conocer algunas variables de carácter familiar, incluso variables relacionales que permitirían llevar a cabo un análisis y seguimiento más completo de la penalización por maternidad”.

 

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