Un vídeo de violencia o sexo se difunde cada día sin permiso
La Voz de Galicia.- Una chica recibía esta semana una paliza por parte de otras tres jóvenes de su misma edad, en San Fernando . Una cuarta grabó los hechos en vídeo con el fin de compartirlo a través de las redes sociales, pero no para denunciar, más bien todo lo contrario. Todas ellas tendrán que comparecer y declarar por estos hechos ante la Fiscalía de Menores de Cádiz en calidad de investigadas.
Por desgracia, se está convirtiendo en algo más o menos habitual. Una niña de 12 años también era apaleada por parte de varias chicas de edad similar a la salida de su instituto, una agresión que es grabada en vídeo por un cómplice con la intención de difundirla por Instagram. La menor golpeada se convierte una y otra vez, en víctima, con consecuencias no sólo físicas, sino también psicológicas, y aumenta una posible situación de acoso escolar. Pocos días antes, le había sucedido algo parecido a un estudiante de 16 años. Otra grabación se viralizó en agosto.Ocurrió en Málaga, Zaragoza y Jaén este mismo año. Las dos primeras, sucedidas antes del estado de alarma y fueron grabadas con la intención de aumentar el escarnio.
En España se difunde -de media- un vídeo con contenidos inapropiados cada 24 horas, según el registro de reclamaciones de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Siempre relacionados con violencia o sexo, en 2020 fueron 358. Casi la mitad (174 casos) afectaban a menores de edad. Por tanto se subió un vídeo que lesionaba la integridad de niños o adolescentes cada 50 horas. Los más frecuentes están relacionados con cuestiones sexuales. En ocasiones hay consentimiento para grabarse pero no para hacerlo público.
En segundo lugar por número de denuncias están los vídeos de agresiones, ya sea a menores de edad o a personas del colectivo LGTBI. La violencia gratuita o el sometimiento en manada a un individuo más débil no es una cuestión exclusiva de varones. Esta misma semana el vídeo referido de una joven que es zaherida por otras tres, que se turnan para herirla en Cádiz, corrió de Instagram a grupos de Whatsapp.
La divulgación de vídeos de carácter sexual es utilizada muchas veces como «venganza» por parte de exparejas, asegura una fuente de la AEPD, y ha derivado en otra variante que infringe también la protección de datos personales, Se trata de la creación de perfiles de prostitución ‘on line’ en páginas pornográficas, usando datos personales reales.
En todos los casos, tanto en los contenidos sexuales como en los violentos, las más afectadas son las mujeres. «De las reclamaciones que entran a través del ‘canal prioritario’ para solicitar la retirada de contenidos, en un 78% las víctimas son mujeres», responde la AEPD.
Una vez que las imágenes están ‘on line’ los agredidos pueden solicitar que sean retiradas con urgencia. Ante la morosidad en la atención, la AEPD habilitó su ‘canal prioritario’. «Buscamos minimizar el daño», dicen. Los vídeos se suelen retirar en 72 horas. Aquellos que publican en internet on perseguidos dentro de la misma operación de retirada del vídeo. «Investigamos la identidad del responsable de su difusión, y valoramos la apertura de un procedimiento sancionador». Puede «durar varios meses». «Hay que dirigirse a operadores de telefonía y llevar a cabo ese procedimiento», explican. «Solicitar la retirada es independiente y compatible con la denuncia que pueda realizarse a través de la vía judicial o de otros órganos». En el caso más reciente de la agresión de Cádiz, los familiares de la víctima han denunciado ante la policía.