Una obra sinfónica con testimonios de las víctimas homenajeará a Gernika en el 85 aniversario del bombardeo

Diario.es.- Que la historia del bombardeo de Gernika viajara por el mundo con la banda sonora del documental ‘Markak’ creada en 2016, inspiró a su compositor, Aitor Etxebarria, a crear lo que después se convertiría en su proyecto más personal y de mayor envergadura: la obra sinfónica ‘Gernika 85’, una composición que nace gracias a la colaboración de la percusionista Evelyn Glennie y en la que se escuchan los testimonios de las propias víctimas del bombardeo.

‘Gernika 85’ es la manera que tiene Etxebarria de homenajear a su pueblo natal en el 85 aniversario del bombardeo que tuvo lugar el 26 de abril de 1937. “La cultura, y en este caso, la música, es un instrumento para que la memoria no se diluya y eso es lo que busco con esta obra”, ha detallado el compositor durante la presentación de su obra este martes en Bilbao.

Además de a su pueblo, su obra sinfónica está dedicada, según ha confesado, a su amigo Igor, un músico que se encuentra atrapado en Kiev y sin poder salir a raíz de la invasión de Rusia en Ucrania. “Sigo en contacto con él, a veces me da miedo porque no me contesta y quiero dedicarle este trabajo también a él. Es un promotor que me llevó a tocar a Kiev varias veces y he estado en Barcelona tocando con él. Es fuerte ver sufrir a un amigo, a una persona con la que estoy en contacto y que es de mi mismo mundo”, ha señalado.

Las voces de las víctimas que se escucharán en la sinfonía fueron grabadas a lo largo de 2018 y, desde 2019, se exponen en el Museo de la Paz de Gernika, en la muestra ‘Bizitako bonbaketa. El bombardeo contado por las personas que lo vivieron’. “Hemos intentado que los testimonios no sean unos vídeos que acompañen, sino que esas palabras sean una herramienta más. Las palabras van a acompañar a la obra sinfónica como si fueran un instrumento más”, ha expresado.

Según ha explicado el compositor, su intención no es que se trate de una obra “específica” o “nítida”, en la que se escuchen caer las bombas, sino más “metafórica”. “No busco algo específico en el que se oigan ruidos para imaginar bombas o búnkeres. Es algo más natural. Hay partes muy ruidosas y excéntricas, pero también tiene mucha importancia el silencio”, ha explicado.

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