Una sintecho en ‘Barrio Sésamo’
La Vanguardia.- Se llama Lily y tiene una historia que contar. Que es la historia real de al menos 2,5 millones de niños en Estados Unidos.
Su voz es suave, su melena es una especie de mocho rojizo, su piel es de color fucsia y sus párpados verdes. Hace siete años tuvo una primera aparición mediática para alertar de que su familia no disponía de comida suficiente.
Su caso sirvió para ilustrar la inseguridad alimentaria que sufrían 17 millones de hogares a nivel nacional.
Pasado todo este tiempo, las cosas parecen haber ido a peor pese a que hace años que oficialmente se dio por cerrada la gran recesión económica del 2008. Hoy, los ricos son mucho más ricos, pero eso no significa que la miseria se haya aminorado. Muchas de esas familias a las que les costaba poner algo en la mesa, ahora están sin techo.
Lily ha regresado para denunciar una gran injusticia en la sociedad de la opulencia. Lily es la primera marioneta homeless ,sin hogar, en Barrio Sésamo, que es entretenimiento y escuela.
En uno de estos nuevos capítulos on line, ella está feliz dibujando el arco iris en un mural junto a Elmo, cuando, de pronto, cae en el abatimiento. “Creo que no quiero seguir pintando, no siento que sea uno de esos días con arco iris”. Tras unos segundos, Lily explica que le ha entrado la tristeza al poner el color púrpura, su color favorito, con el que tenía decorada su habitación. Pero ya no tiene habitación.
“Nos hemos quedado sin piso y nos movemos de un sitio a otro”, de un albergue a otro, lo que genera problema con otros familiares, confiesa a Elmo y a una humana adulta, Sofía (interpretada por la actriz Jasmine Romero), que trabaja en un centro social y que acoge a Lily, de siete años.
Sesame Workshop, la organización educativa sin ánimo de lucro que está detrás de este programa, ha utilizado esta plataforma para afrontar cuestiones como los encarcelamientos de los padres (en especial de las minorías), la muerte de los progenitores o las situaciones de acoso. En esta ocasión se remite a las estadísticas para subrayar la gravedad del asunto de los menores sin hogar que justifica su aparición en Barrio Sésamo.
Según los datos de la Office Head Start, hay 2,5 millones de niños sin techo a nivel nacional. La National Head Start Association describe a los chicos sin hogar como aquellos que carecen de una residencia nocturna fija, regular y adecuada. Esto incluye a los que viven en casa de otra persona o lugares como albergues, moteles, campamentos o coches.
Estos niños tienen que afrontar un singular estrés físico, emocional y psicológico vinculado a la situación que su familia sufre respecto a la vivienda.
“Sabemos que los menores que sufren una experiencia de estar sin techo a menudo entran en un devastador ciclo traumático por la falta de una vivienda asequible, pobreza , violencia doméstica y otras secuelas causadas por la pérdida de su domicilio y el daño diario de la incertidumbre y la inseguridad por ser homeless”, subrayó en un comunicado Sherrie Westin, presidenta de impacto global y filantropía de Sesame Workshop.
Si el problema es grave, en la ciudad de Nueva York todavía lo es más. Uno de cada diez estudiantes de las escuelas públicas duerme a diario en alojamientos temporales. Puesto en número, esto da un total de 114.659 colegiales. Así se indica en un informe de este pasado octubre elaborado por Advocates for Children. Es una cifra récord, después de que en los dos anteriores ya se llegara a la cima de los 100.000. Los sin techo es uno de los asuntos que Bill de Blasio se comprometió a combatir al ser elegido alcalde en noviembre del 2013 y con el que sigue batallando. Desde que tomó posesión, este número aún ha continuado creciendo, sin que haya un mayor esfuerzo económico hacia estos estudiantes errantes.
“Queremos que los niños sepan que no están solos y que donde hay amor, hay un hogar”, remarcó Westin.