Una soprano planta a Domingo en Aida para evitar maquillaje negro: «Es racista»
ABC.- Una soprano planta a Domingo en Aida para evitar maquillaje negro: «Es racista»
Ni siquiera Giuseppe Verdi se salva de las furias y la rabia de lo políticamente correcto. En la Arena de Verona estalló la polémica y se creó un caso sorprendente, que dejó boquiabierto incluso a Plácido Domingo, que lo ha visto todo en la ópera y está siendo protagonista destacado en esta semana en el célebre anfiteatro romano, donde se le dedica un gran homenaje para conmemorar los 50 años de su debut en Verona. La soprano americana Tamara Wilson dio plantón incluso a Plácido Domingo y se rebeló, rechazando «colorearse» la cara de negro para interpretar el papel de Aída, la princesa etíope esclava de los egipcios, con vistas a su última aparición en la representación de la ópera de Verdi, programada para este domingo pasado: «Hacer Aída negra es racismo. Yo rechazo maquillarme de negra. No quiero ser un engranaje en un mecanismo de racismo institucionalizado», dijo la soprano americana. Tamara Wilson había recitado ya los días 21 y el 24, para su tercera y última representación, la del domingo, consideró que había llegado el momento de corregir políticamente a Verdi.
El racismo, problema global
En realidad, lo que la señora Wilson piensa es que hay un problema global de racismo. Considera que la industria de la ópera debería contratar gente negra para representar papeles de negros, y si no hay en el año 2019 suficientes sopranos de color para que una mujer negra pueda convertirse en una buena soprano para interpretar el personaje de Aída en la Arena de Verona, entonces eso quiere decir que hay un problema de racismo. La soprano estadounidense dijo literalmente en un post de Instagram: «Me espero que muchos no compartan mi toma de posición, pero debo vivir conmigo misma hasta el fin de mis días. He hablado con algunos colegas, quienes no creen que representar Aída de este modo sea racista. Piensan que representarla blanca quiere decir cancelar un fuerte personaje femenino de color y lo comprendo perfectamente». Pero Tamara Wilson añadió después: «Conozco también colegas que no quieren que su piel se convierta en parte del disfraz, porque esto no ayuda a nuestra industria a abrazar la diversidad. Me gustaría ver a más personas de color trabajar en la ópera, en el palco y en la administración. Espero que mi voz ayude a abrir un diálogo y a promover un cambio».
Aída es antirracista
Las palabras de la soprano desencadenaron una gran polémica, con algunos que la sostienen, y otros que la critican. Lo políticamente correcto está cambiando aspectos en obras maestras escritas en otras épocas y con otra sensibilidad. Por ejemplo, se han visto Otelos blancos. La verdad es que el mensaje de Verdi es antirracista, porque el blanco Radamés se enamora de la esclava etíope Aída y muere con ella.
Al final, la superintendente y directora artística del Anfiteatro romano, Cecilia Gasdia, a su vez excantante pero no exAída, porque no la tenía en su repertorio, estuvo con Verdi y mantuvo la línea dura exigiendo a la soprano cumplir su contrato, amenazando con sustituirla si insistía en interpretar a Aída con su piel blanca. Tamara Wilson terminó por darse de baja por enfermedad para no salir al escenario de la Arena como protagonista de la Arena de Verona, siendo sustituida por la soprano uruguaya María José Siri, que salió al escenario de la Arena con el tradicional maquillaje negro.
En definitiva, Tamara Wilson dio plantón a Plácido Domingo, que dirigió la orquesta y se mostró en desacuerdo con la estadounidense: «Es un tema muy delicado: pienso que esta sensibilidad viene de Estados Unidos, pero no es justo, porque si en la ópera hay un personaje japonés, como Cio Cio San (Madame Butterfly), debes tener vestimenta japonesa y los ojos orientales. Esta sería la línea general: Otello es moro; Buterfly, japonesa. Una soprano blanca debe maquillarse de negra para hacer Aída, mientras un tenor negro tiene todo el derecho de permanecer como es si canta Marico».