Uno de cada 3 casos de discriminación a personas con un trastorno mental se produce en el trabajo
COPE.- Una de cada tres casos de discriminación laboral a personas con un trastorno mental se produce en el entorno laboral, según el ‘Informe sobre el estado de los Derechos Humanos de 2022’, que acaba de publicar la Confederación Salud Mental España.
En palabras de la organización, el objetivo del documento es «defender una cultura de empresa que favorezca una eliminación o, al menos, una reducción del estigma en torno a la salud mental»; así como poner de manifiesto las deficiencias del mercado laboral para las personas con problemas de salud mental.
En general, en el informe, se recoge que más de la mitad de las personas diagnosticadas de un trastorno mental ha sufrido rechazo social (58,5%) o discriminación (55%), siendo el trabajo el lugar más habitual.
«El colectivo de personas con problemas de salud mental sigue teniendo de las tasas más bajas de empleo de toda la discapacidad, con las consecuencias que esto tiene de empobrecimiento, falta de independencia, empeoramiento del trastorno mental, etc.», lamenta el presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González Zapico.
Al respecto, recuerda el carácter «terapéutico» que tiene el empleo para las personas con problemas de salud mental, ya que repercute en una «mejor evolución» y lleva a que la persona se sienta «útil» y «parte activa de la sociedad».
Por su parte, la coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos de Salud Mental España, Irene Muñoz Escandell, explica que, en el informe de este año, «se ha querido dejar constancia de que las personas con problemas de salud mental tienen sus habilidades, capacidades y destrezas, al igual que cualquier otra persona». Para Muñoz, muchas veces, «lo único que les falta es la oportunidad y los medios para poder demostrarlas».
Por ello, desde la Confederación se apela a la urgencia de «mejorar, reforzar e impulsar medidas para que las personas con problemas de salud mental puedan trabajar».
Para ello, es precisa la promoción de una cultura del trabajo que favorezca «una buena salud mental», a través de la formación y concienciación de todas las partes de la organización, la adaptación del puesto de trabajo, el establecimiento de cuotas de reserva de empleo, el desarrollo de una red de apoyos, la creación de cooperativas sociales, y el establecimiento de entornos protegidos enfocados a la inclusión social».
ASISTENCIA PERSONAL COMO OPORTUNIDAD LABORAL
En esta línea, el informe resalta la importancia de la asistencia personal para las personas con enfermedad mental, «ya no solo porque se trata de un servicio de apoyo que facilita su autonomía, sino también por constituir una oportunidad laboral para las personas con problemas de salud mental».
De hecho, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad avala la utilización de la asistencia personal según la metodología de apoyo de pares, que está resultando una experiencia «muy enriquecedora y beneficiosa», ya que, como se señala en el informe, «las personas que trabajan como asistentes personales cuentan con un saber experiencial, que las capacita para acompañar a otras en un recorrido con el que ya están familiarizadas».
«El enfoque de los proyectos que desarrollan las entidades de Salud Mental España en torno a la asistencia personal es el de autonomía y recuperación, pero, sobre todo, un enfoque que descarta la imposición y favorece la voluntad y la toma de decisiones propias», señalan desde la organización.
EL AMBIENTE LABORAL COMO FUENTE DE PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
Así las cosas, el ‘Informe sobre el estado de los Derechos Humanos en salud mental 2022’ reivindica también que las empresas efectúen «un replanteamiento de su funcionamiento», desde el momento en el que el ámbito laboral se perfila como una de las principales fuentes de origen de problemas de salud mental.
«Según una investigación académica, publicada por la Universidad Pontificia Comillas y la Universidad Carlos III de Madrid, los trastornos mentales son la segunda causa más habitual (15%) de baja laboral grave, solo por detrás de los problemas musculoesqueléticos», recuerdan desde la organización.
De hecho, la investigación concluye que asegurar unas condiciones de empleo adecuadas podría reducir un 60 por ciento los casos de mala salud mental de las trabajadoras y un 80 por ciento los casos de los trabajadores.
«Cuando se sobrepasa el nivel de exigencia más de lo razonable, llega un punto en que ya no es rentable ni para la persona trabajadora ni para la empresa y, si no se adoptan medidas, esto tiene una clara repercusión en el incremento de las bajas laborales», ha apostillado González Zapico. «De ahí la importancia de potenciar la concienciación de la responsabilidad social y de las organizaciones respecto al bienestar psicológico en el lugar de trabajo», ha añadido.