‘Zaragoza contra el antisemitismo’ exige a la Universidad de Zaragoza eliminar este grafiti del campus
OK Diario.- La Universidad de Zaragoza (UNIZAR) deberá decidir si elimina un grafiti antisemita ante la petición al rector de un grupo de personas indignadas por la instrumentalización y politización de la institución en este conflicto, donde denuncian que se está produciendo un retroceso en el derecho de la libertad de expresión ante la presión propalestina.
La agrupación Zaragoza contra el antisemitismo ha dirigido una carta al rector de UNIZAR y vicepresidente de la Confederación de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), José A. Mayoral, este jueves, a raíz de la última resolución de esta Universidad porque consideran que la segunda declaración relativa a la situación de Gaza, del 5 de junio es «antisemita» y «discriminatoria».
Un radicalismo que está encontrando auspicio en las instituciones públicas, a través de aparentes declaraciones pacifistas, pero con las que estarían tomando partido y alentando la ola de antisemitismo. Una corriente extremista que se está viendo fortalecida con el reconocimiento de Palestina como Estado, y busca no sólo criminalizar a Israel en el conflicto, sino negar el derecho de este país a su existencia.
Al tiempo que se silencia que Palestina está controlada por el grupo terrorista antisemita de Hamas, la Yihad islámica Palestina y cientos de gazatíes al sur de Israel, «quienes ejecutaron matanzas y atrocidades, incluidas violaciones de mujeres, asesinatos de niños y arrasamiento de numerosos pueblos además de secuestrar a más de 250 civiles», recuerda la carta.
El grafiti antisemita de UNIZAR
En dicho escrito dirigido al rector, Zaragoza contra el antisemitismo expresa su indignación y alerta de «las consecuencias reales» de la «demonización de Israel» que están sufriendo personas de la Universidad y de la sociedad zaragozana.
Por ello, advierten de la importancia de que UNIZAR no rompa la neutralidad, y piden que se elimine el grafiti gigante antisemita que, según ha podido saber OKDIARIO, un grupo extremista ha realizado en la fachada de una facultad del campus de San Francisco de la Universidad de Zaragoza, a raíz de las acampada propalestina que mantuvieron un pequeño grupo de estudiantes durante tres semanas.
Puesto que consideran que «el mobiliario público, incluidas paredes y fachadas de facultades y edificios dela Universidad» deben estar libres de «pintadas, mensajes antisemitas o que puedan constituir un apoyo al terrorismo o un claro posicionamiento». Una vigilancia argumentan que debe realizar UNIZAR como es el de este grafiti antisemita.
«Libertad de expresión para todos»
«Queremos hacer un llamamiento para que en la Universidad de Zaragoza se garantice la libertad de expresión de alumnos, profesores y ciudadanos y se garantice el derecho a todos a obtener información veraz, tal y como estable el artículo 20 de la Constitución Española», expresan en la carta al rector.
Así mismo alertan del boicot o discriminación «a personas o instituciones por su condición de judías o israelíes que tan malos recuerdos nos traen en épocas pasadas».
Unas declaraciones que aluden a la decisión de esta Universidad el pasado 5 de junio, de suspender dos contratos OTRI vigentes con empresas de Israel, así como «no suscribir ningún acuerdo de colaboración con universidades y centros de investigación o empresas israelíes mientras no cesa la ofensiva sobre suelo palestino, y, posteriormente, en ningún caso, hasta que no haya expresado un firme compromiso por la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».
Hay que añadir que, en esta última declaración, UNIZAR se comprometió a «intensificar la cooperación con el sistema científico y educación superior palestino», excluyendo como decimos a Israel.
Zaragoza contra el antisemitismo
Pero, ¿qué es Zaragoza contra el antisemitismo? OKDIARIO ha conversado con varias de las personas que integran esta agrupación de judíos y no judíos, así como personas relacionadas con la cultura sefardí o israelita, unidas a raíz de la ola antisemita que está creciendo en Zaragoza. Un tipo de agrupaciones que están surgiendo en otras ciudades de España, como Mallorca, Valladolid, Salamanca, Ponferrada, Santander, León, Sevilla, Jaén, Madrid, Gijón, Málaga, Marbella, Castellón Galicia, Zamora, y que debería alertar a la sociedad española de la decisión que les ha llevado unirse en el anonimato «por miedo a la violencia», explican.
Precisamente este es el motivo por el que muchas de estas agrupaciones no están formalmente registradas, dado «al acoso, la hostilidad y los escraches a los que se exponen por ser públicas», explica Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la intolerancia, quien alerta de la «hostilidad creciente hacia judíos o no judíos que reconocen el derecho de existencia de Israel». «Un derecho reconocido en 1947, por la resolución 181 de la ONU», añade.
UNIZAR: grafiti, acampada
Menos de un mes ha durado la acampada propalestina en el Universidad de Zaragoza, sin embargo, las algaradas y escenificación de este movimiento ha sido vital para impulsar en la institución pública dos declaraciones y logrando la extrema izquierda estudiantil el objetivo que perseguía: que la Universidad de Zaragoza se comprometa a no tener relaciones con ninguna Universidad de Israel ni con ningún centro o empresa.
Las consecuencias que se pueden desprender de ello todavía son incalculables, si se tiene en cuenta que con ello se censura de manera indirecta cualquier discurso proveniente del otro lado. De la misma manera, profesores de la Universidad de Zaragoza denuncian que la hostilidad y el antisemitismo estaba latente desde hace tiempo.
«La sensación de muchas personas vinculadas con el mundo sefardí o con Israel es que se ha construido un relato en la sociedad en el que se fomenta lo antisionista, es decir, se niega el derecho de Israel como país, y eso es muy triste, porque los que opinamos de otra manera, los que tenemos familia en Israel, sufrimos la incomprensión y la intolerancia», lamenta una profesora de la Universidad de Zaragoza, quien prefiere mantener su anonimato por la estigmatización.
Lo mismo opina la presidenta de Sefarad Aragón, Timna Freire, quien lleva 30 años viviendo en España, y que desde el pasado siete de octubre confiesa que la «vida nos ha dado un vuelco». Advierte que «se ha despertado el antisemitismo, que creíamos que era minoría». «En nuestro caso, nos hemos caído de muchos proyectos a nivel institucional. Esta año estaban casi cerrados y ahora están paralizados».
El presidente de Amistad Judeoaragonesa, Miguel Martín, lamenta que «llega información muy tergiversada de los medios y el movimiento antisemita está intentando entrar por todos los medios en la Universidad».
Carta al Senado
De la misma manera, esta semana, más de 100 entidades y grupos, entre los que se encuentran las agrupaciones y asociaciones nombradas más arriba, así como la Federación de Comunidades Judías en España, han suscrito una carta dirigida al Senado, en rechazo y condena por la realización del Foro que tuvo lugar el paso 3 de junio, en el Congreso de los Diputados, organizó por Ione Belarra, secretaria general de Podemos.
Tal y como denuncian, «en el acto participaron dos activistas antiisraelíes, la Sra. Jaldía Abubakra, portavoz y fundadora de Masar Badil y fundadora de Samidou, y la Sra. Miriam Ojeda, integrante de Samidoun (organización prohibida en Alemania y afiliada al Frente Popular para la Liberación de Palestina (organización reconocida como terrorista por la Unión Europea), respaldando la masacre terrorista de Hamas del 7 de octubre, donde 1.200 personas fueron asesinadas, en su mayoría civiles, menores, bebes, ancianos e incluso a jóvenes en una fiesta por la paz, hubo más de 1800 heridos, secuestraron unas 250 personas como rehenes, y fue el inicio de la actual guerra entre Hamas e Israel».
En esta carta, solicitan una reunión con la Mesa del Senado, «con el fin de debatir las medidas a adoptar que impidan el odio, la intolerancia y la discriminación que denunciamos, siempre en congruencia con la Estrategia de la Unión Europea para luchar contra el Antisemitismo y proteger la forma de vida judía, así como con los acuerdos nacionales y europeos de nuestro país frente al extremismo, la radicalización violenta y el terrorismo, lógicamente en la perspectiva de defensa de los derechos humanos y de los valores para la convivencia democrática».